El Departamento de Educación Básica de Sudáfrica y los sindicatos de docentes han lanzado un programa de vacunación contra la COVID-19 con el apoyo y la participación de las afiliadas de la Internacional de la Educación.
Sudáfrica se ha visto gravemente afectada por la pandemia de COVID-19. El virus ha llegado en varias oleadas y ha provocado un aumento de los contagios en las últimas tres semanas. Entre las víctimas se encuentran muchos docentes y otros trabajadores y trabajadoras de la educación. A pesar de que se han administrado más de dos millones de dosis de las vacunas, esta cifra solo representa un pequeño porcentaje con respecto a las dosis necesarias para vacunar y proteger a toda la población.
Paralelamente a la crisis sanitaria, y como ocurre en muchos países de todo el mundo, la proliferación de noticias falsas y la desinformación han empañado los esfuerzos de las autoridades sanitarias para combatir el virus.
La National Professional Teachers’ Organisation of South Africa (NAPTOSA), el National Teachers' Union (NATU), el Professional Educators Union (PEU), el South African Democratic Teachers' Union (SADTU) y el Suid-Afrikaanse Onderwysersunie (SAOU), están trabajando conjuntamente a fin de compartir información fiable y apoyar la vacunación del profesorado.
Mugwena Maluleke, secretario general del SADTU y vicepresidente de la Internacional de la Educación, destacó la importancia de priorizar al personal docente en las iniciativas de vacunación, ya que se trata de personal de primera línea y han sido los primeros en intervenir desde que comenzó la pandemia.
“Estamos entusiasmados con los preparativos y la logística que ha puesto en marcha el Departamento a fin de garantizar que nuestro personal docente y todos los socios educativos reciban la vacuna”, comentó Maluleke a Eyewitness News de Sudáfrica. “Por solidaridad con cada uno de nosotros, si te vacunas, proteges a tu familia, tu escuela y proteges a tu comunidad. Por lo tanto, salvemos vidas y vacunémonos”, añadió Mugwena Maluleke.
Con vistas a luchar contra las “noticias falsas”, el SADTU ha compartido con sus miembros actualizaciones diarias e información fiable mediante SMS acerca de la pandemia y los desafíos a los que se enfrenta el personal educativo. Esta red, junto con videos y otros medios de comunicación, se está utilizando para difundir información sobre la vacunación.
“Invirtamos la tendencia de la COVID-19 yendo a los centros de vacunación y vacunándonos para atenuar el impacto del virus”, enfatizó la secretaria general del NATU, Cynthia Barnes.
El director ejecutivo de la NAPTOSA, Basil Manuel, reconoció que “estamos viviendo una época sin precedentes, una época terrible. Pero estamos contentos porque tenemos vacunas disponibles para todos los trabajadores y trabajadoras del sector de la educación”. Su sindicato está brindando todo su apoyo, afirmó.
Moraseleka Klaas Mohlatlole, presidente de Mociones y Trabajo del PEU, señaló que la dirección de su sindicato debe “indicar a nuestros miembros que las vacunas son seguras y funcionan. La vacunación lo protegerá a usted como educador, a su familia, a su comunidad y a la escuela de la COVID-19”.
“Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento al Departamento de Educación Básica por darnos acceso a esta particular campaña. Instamos a todos los miembros a participar en la vacunación, ya que es en el mejor interés no solo de la población, sino también del sector en su conjunto”, añadió el director ejecutivo del SAOU, Kris Klopper.
En octubre de 2020, Sudáfrica e India propusieron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) una exención temporal de los derechos de propiedad intelectual para permitir un incremento en la producción de las tan necesarias vacunas en los países en desarrollo. La Internacional de la Educación respalda la exención, pero persiste la oposición de muchas naciones fabricantes. Si bien algunas de las naciones más ricas se han comprometido a poner a disposición más vacunas a nivel internacional, los compromisos siguen distando mucho de satisfacer las necesidades.
La Internacional de la Educación y la UNESCO han solicitado que se otorgue prioridad a las vacunas para el profesorado y el personal de apoyo educativo, ya que muchos arriesgan su salud y su vida, puesto que trabajan sin disponer de los protocolos sanitarios necesarios.