El sindicato Australian Education Union (AEU) ha reiterado su demanda para que se incremente la financiación de la educación pública y se la dote de fondos adecuados. Su llamamiento tiene lugar al tiempo que la pandemia de la COVID-19 pone de relieve las desigualdades que desde hace mucho tiempo existen en la educación.
EL 17 de noviembre, el sindicato AEU publicó una declaración en la que solicitaba un aumento de la financiación de la educación pública, afirmando que dicha financiación es vital, puesto que invertir en la educación pública aporta beneficios a estudiantes y a comunidades ahora y en el futuro.
“La educación pública proporciona a cada niño y a cada niña la oportunidad de desarrollar todo su potencial. Mejora los resultados en materia de salud y empleo, fomenta la plena participación en la sociedad y promueve la igualdad”, declaró el sindicato.
La inversión en educación contribuye a un aumento de los ingresos fiscales
El sindicato insiste en que la inversión en educación permite generar más ingresos. Las personas con estudios superiores ganan, de media, entre un 20 % y un 40 % más que las que carecen de ellos, y los impuestos recaudados sobre rentas superiores constituyen una fuente de ingresos adicional para el Gobierno.
Si bien el gasto en las escuelas proporciona un estímulo económico directo e inmediato, los beneficios a largo plazo para el alumnado y las comunidades son posiblemente más valiosos todavía, señala el AEU. Las escuelas públicas proporcionan al alumnado una educación valiosa, y el profesorado se esfuerza para satisfacer las necesidades de todos los niños y las niñas. Pero las escuelas no están recibiendo una financiación adecuada.
La financiación de las escuelas públicas no alcanza el mínimo de referencia
El sindicato de educación subrayó que, para el 2023, la mayoría de las escuelas públicas seguirán recibiendo una financiación inferior al mínimo de referencia (Schooling Resource Standard, SRS), mientras que todas las escuelas privadas alcanzarán o superarán ese objetivo.
En la actual legislatura, el déficit de financiación de las escuelas públicas es de 16 300 millones de dólares australianos. Según el análisis del AEU, para el 2023 la cifra habrá aumentado a 22 700 millones de AUD.
Además, un estudio del 2018 de la Public Education Foundation calculó que el coste nacional de la desigualdad en la educación durante un período de seis años ascendía a 20 300 millones de AUD, lo que equivale al 1,2 % del PIB australiano.
La Public Education Foundation es una organización sin ánimo de lucro que proporciona becas a jóvenes en el ámbito de la educación pública, así como a sus docentes y directores y directoras.
Algunas de las soluciones que propone el estudio son la enseñanza selectiva y docentes de refuerzo, programas de aprendizaje alternativo y un firme compromiso con la financiación de las escuelas en función de las necesidades.
En una consulta del Senado sobre la respuesta del Gobierno a la pandemia de la COVID-19, el AEU ha expresado que se necesita urgentemente una inyección de fondos para que todas las escuelas reciban el 100 % de la financiación mínima de referencia (SRS).
“Una financiación adecuada ayudará a salvar las diferencias de equidad y rendimiento entre los alumnos y las alumnas de familias de diferente nivel socioeconómico, pero ahora se requiere un esfuerzo adicional para apoyar a los estudiantes y las estudiantes que se han quedado atrás durante este período de enseñanza a distancia”, ha subrayado la presidenta federal del AEU, Correna Haythorpe.
La inversión de capital es urgente
Otro ámbito importante que necesita una financiación adecuada por parte del Gobierno es la infraestructura escolar, ha insistido el AEU.
Entre 2008 y 2018 se registró un aumento de 263 534 matriculaciones en las escuelas públicas, lo que supone un incremento del 10,3 %. Se necesitan nuevas escuelas para dar cabida a estos estudiantes, y hay que mejorar las existentes para aumentar su capacidad, indicó el sindicato.
“Es fundamental contar con un paquete de obras de infraestructura garantizado a largo plazo y financiado por el Gobierno federal”, opina Haythorpe. “Las escuelas existentes necesitan nuevas aulas, bibliotecas, calefacción y climatización e instalaciones deportivas para acomodar adecuadamente al alumnado y para prever el próximo aumento en el número de matriculaciones”.
Un programa de construcción de escuelas con financiación federal, elaborado cuando los préstamos del Gobierno son más baratos que nunca, proporcionaría un estímulo importante a los sectores de la construcción y la manufactura de Australia e impulsaría el empleo, explica la presidenta.
Una “gran desigualdad” entre escuelas
En el informe de la consulta del Senado al AEU se afirma que la “gran desigualdad” en la manera de distribuir los fondos del Gobierno federal a las escuelas significa que muchos y muchas estudiantes no reciben los recursos adicionales necesarios para que puedan superar su desventaja.
“Para que Australia se recupere y vuelva a crecer tras la actual crisis económica, los próximos presupuestos de 2020 tendrán que proporcionar un estímulo muy significativo”, recalca el informe. “Este estímulo debe centrarse en las áreas donde se pueda lograr el impacto más inmediato y a largo plazo”.
Mirando hacia el futuro
Haythorpe también insistió en que la crisis de la COVID-19 ha puesto de relieve las desigualdades que existen desde hace mucho tiempo en la educación, y que “es prioritario que los Gobiernos antepongan la educación pública, con una inversión significativa para hacer frente a esas desigualdades”.
Muchos estudiantes proceden de entornos desfavorecidos, y sus familias se han visto profundamente afectadas por esta crisis, explicó.
En comunidades de toda Australia, la educación es el “factor estabilizador” de los niños y las niñas, “puesto que no solo se traduce en mejores resultados en la vida de cada estudiante, sino en enormes beneficios a largo plazo para la sociedad, la economía y todo el país”, añadió Haythorpe.
Es imperativo que los Gobiernos inviertan en la educación pública para eliminar las desigualdades y garantizar que todos los niños y las niñas reciban la educación que necesitan, concluyó.
Plan de acción para la financiación de las escuelas
El AEU solicita al Gobierno federal que:
- Proporcione a las escuelas de Australia una financiación basada en las necesidades reales.
- Invierta inmediatamente fondos para que todas las escuelas reciban el 100 % de la financiación mínima de referencia (SRS), con las correspondientes dotaciones para los alumnos y las alumnas con necesidades complejas.
- Desarrolle un paquete de obras de infraestructura garantizado a largo plazo y financiado por el Gobierno federal.