Con ocasión del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la Internacional de la Educación publica hoy un informe que documenta las buenas prácticas identificadas en sus proyectos para erradicar el trabajo infantil. A raíz del coronavirus se va a producir un aumento del número de niños y niñas trabajadores, por lo que estas lecciones son esenciales para los futuros esfuerzos destinados a garantizar que todos los niños y todas las niñas vayan a la escuela, no al trabajo.
Junto con sus organizaciones miembros y socios/as de proyecto, la Internacional de la Educación ha estado desarrollando e implementando durante varios años diversos proyectos para combatir el trabajo infantil a escala comunitaria. Los últimos proyectos se han centrado en comunidades vulnerables de 13 países de África, Asia, Europa y América Latina.
Los resultados han sido notables: una disminución de los índices de abandono escolar, un aumento de las matriculaciones escolares, y una mayor concienciación entre los miembros de las comunidades en cuanto a las repercusiones negativas del trabajo infantil y la función esencial de la educación para el futuro de los niños y las niñas.
Las buenas prácticas identificadas durante estos proyectos se han recogido en una publicación presentada hoy, Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Buenas prácticas transnacionales y consecuencias sindicales presenta las conclusiones de seis países en los que se han llevado a cabo los proyectos, a saber: Albania, Malí, Marruecos, Nicaragua, Uganda y Zimbabwe.
El informe identifica los elementos que resultaron ser clave para el éxito de los proyectos:
1. Desarrollo profesional de los/as docentes
En el marco de los proyectos se impartieron cursos de desarrollo profesional a medida para docentes y directores/as de escuela. Los/as participantes recibieron formación en pedagogía participativa, técnicas de aprendizaje dinámico, derechos del niño y la niña y definiciones de trabajo infantil. Los aspectos de género fueron protagonistas en los programas de formación, con un enfoque específico en las niñas. Los sindicatos de educación proporcionaron manuales sobre recursos y desarrollaron nuevos planes de estudios nacionales para la formación de docentes que combinan información sobre trabajo infantil, leyes nacionales relevantes, módulos de formación pedagógica e información sobre técnicas de aprendizaje dinámico.
Durante la formación, los/as participantes también discutieron cómo establecer estructuras de supervisión escolar respaldadas por coordinadores/as sindicales a nivel de distrito y a nivel nacional.
Después de los cursos, los/as docentes manifestaron sentirse mejor equipados y preparados para actuar como multiplicadores y agentes de cambio en sus escuelas. Los/as docentes también señalaron que la formación les había infundido una sensación renovada de confianza, seguridad y cometido que les había permitido movilizar a toda la comunidad a favor de la erradicación del trabajo infantil.
2. Crear un entorno escolar propicio para el aprendizaje
Los/as docentes consiguieron crear en las escuelas un entorno seguro y afectuoso que fomenta la participación de los/as estudiantes. El castigo corporal se ha reemplazado por la escucha y la comunicación con los alumnos/as, un cambio que los/as docentes también promovieron entre los padres y madres. El absentismo escolar empezó a controlarse más rigurosamente, y los/as docentes indagan ahora más en los motivos de las ausencias de los alumnos.
Otro elemento importante de los proyectos fue comunicarse más con los padres y madres. Las visitas a domicilios por parte de docentes han demostrado ser muy efectivas a la hora de convencer a las familias sobre la importancia de la educación.
3. Incorporación de las perspectivas de género
Los proyectos estuvieron especialmente centrados en las niñas y en cómo superar los obstáculos que estas tienen que afrontar para poder seguir yendo a la escuela, sobre todo después de la pubertad. La conciencia de género se incorporó en los proyectos, y los/as docentes trabajan para eliminar los obstáculos, velando por que los trayectos para ir a la escuela sean seguros, proporcionando baños separados para las niñas, y luchando contra la práctica del matrimonio precoz y la incidencia de embarazos de adolescentes, entre otras cosas.
4. Sostenibilidad a largo plazo
La sostenibilidad se integró en los proyectos con vistas a garantizar un efecto positivo más allá del período cubierto por el proyecto. Los resultados han sido muy alentadores. Se ha proseguido con las actividades de los proyectos en las escuelas, y los/as docentes comparten sus conocimientos con los compañeros/as y la comunidad en general. También se han mantenido los sistemas de supervisión y evaluación.
Uno de los aspectos innovadores es el de la formación de comités de múltiples partes interesadas encargados de erradicar el trabajo infantil. Establecidos a escala local, regional o nacional, estos comités incluyen un amplio espectro de instituciones y autoridades locales, y desempeñan una importante función de promoción en cuestiones relativas a la educación de calidad y los derechos del niño y la niña. Las actividades de los comités han proseguido una vez finalizados los proyectos.
Más apoyo a los sindicatos de educación
En la escuelas en las que se implementaron los proyectos, los sindicatos de educación que dirigieron la labor constataron un notable aumento del número de afiliados/as después de que los/as docentes demostraran su solidaridad y compromiso con el fomento de la educación inclusiva de calidad. Los afiliados y afiliadas también pasaron a comprometerse mucho más con sus sindicatos.
Además, la capacidad de promoción y diálogo social de los sindicatos ha aumentado considerablemente gracias al enfoque de múltiples partes interesadas introducido por los proyectos.
Inquebrantable compromiso sindical con la lucha contra el trabajo infantil
En un mensaje de vídeo para conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, expresó: “Los sindicatos de la educación han estado luchando durante muchos años contra el abandono escolar y el trabajo infantil, y han obtenido resultados extraordinarios. Este Día Mundial contra el Trabajo Infantil hemos de tener presentes todas las lecciones que hemos aprendido durante la lucha y redoblar nuestros esfuerzos. No debemos permitir que niños y niñas vulnerables renuncien a su educación y acaben teniendo una vida de miseria. En nuestras aulas, en nuestros sindicatos y en los foros de poder de más alto nivel, tenemos que movilizarnos para acabar con el trabajo infantil y hacer que la educación para todos sea una realidad”.
Ver a continuación el mensaje de vídeo completo.