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La Internacional de la Educación ha lanzado un llamamiento de acción urgente a sus afiliadas en el que condena el asesinato de Sergio Rojas Ortiz, defensor de los derechos de los pueblos indígenas.

El asesinato de Sergio Rojas Ortiz, líder y defensor de la comunidad indígena Bribri, perpetrado el 18 de marzo pasado, ha conmocionado a los defensores de los derechos civiles de Costa Rica y del extranjero. Rojas defendía activamente los derechos de los pueblos indígenas y había dirigido una campaña por la recuperación de las tierras indígenas. Estuvo en el punto de mira de numerosas amenazas. Fue asesinado en su casa de Salitre, al sur de Costa Rica.

Los sindicatos exigen una investigación

La Internacional de la Educación (IE) se ha unido a sus afiliadas de Costa Rica, la Asociación Nacional de Educadores (ANDE) y el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC), para condenar firmemente este asesinato.

El Secretario General de la IE, David Edwards, ha escrito al Presidente de la República de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, para exigir una investigación inmediata e imparcial para llevar a los asesinos ante la justicia. La federación sindical mundial también ha pedido que se proteja la integridad de los pueblos indígenas que luchan por recuperar sus tierras.

El pasado 27 de marzo, el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica declaró que la investigación sobre el asesinato de Rojas ocupaba «la más alta prioridad en la agenda del Gobierno».

Una historia de violencia contra los pueblos indígenas

ANDE lamenta que «los gobiernos de Costa Rica no hayan prestado suficiente atención al conflicto, que ya lleva un año azotando los territorios indígenas del sur».

Costa Rica cuenta con 24 territorios indígenas, en los que habitan ocho grupos étnicos. Solo un 37 % de la superficie total de Salitre, el territorio de la etnia Bribri establecido por ley como territorio ancestral, está ocupado por pueblos indígenas.

En abril de 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a Costa Rica a adoptar medidas para garantizar la vida y la integridad de los pueblos indígenas Teribe y Bribri, víctimas de violencia por intentar recuperar sus tierras. La CIDH intervino tras la persecución de Sergio Rojas por sus acciones como defensor de los derechos indígenas. Desde su detención en 2015 ha sufrido amenazas constantes y ya había sido víctima de varias agresiones.

El 9 de agosto de 2016, durante una conferencia de prensa organizada en las oficinas de ANDE con ocasión del Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, Sergio Rojas y otros líderes indígenas denunciaron la falta de compromiso del gobierno costarricense con los derechos de los pueblos indígenas.

Tras el asesinato de Rojas, Costa Rica, que ha ratificado el Convenio 169 de la OIT sobre los derechos de los pueblos indígenas y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los pueblos indígenas, invitó a la CIDH a visitar los territorios indígenas para dar seguimiento a las medidas adoptadas para proteger las comunidades indígenas.

Expertos de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos han condenado el asesinato de Rojas y han exigido que «las autoridades costarricenses identifiquen a todas las personas implicadas en este crimen reprensible y las lleven ante la justicia de conformidad con la ley».