Preguntas fundamentales sobre Teach, el nuevo instrumento de observación del aula del Banco Mundial
El Banco Mundial tiene previsto presentar mañana Teach, un instrumento de observación de docentes que evalúa la calidad de la enseñanza de conformidad con un marco de calidad desarrollado por el Banco. La Internacional de la Educación ha expresado preocupación por las posibles consecuencias imprevistas derivadas de Teach que pudieran dificultar y socavar el trabajo y la autonomía profesional de los docentes. Les voy a explicar por qué.
1. ¿Cómo puede ser que el Banco haya desarrollado un instrumento sobre la calidad de los docentes sin la participación de los docentes?
Teach se ha desarrollado sin una participación adecuada de la profesión docente. La IE, que es la voz de más de 32 millones de docentes del mundo entero, no ha sido invitada ni una sola vez a contribuir al desarrollo del instrumento durante estos dos años. El Banco se enorgullece al decir que el equipo de Teach cuenta con un docente (Molina et al. 2018a, p.6). Sin embargo, tras un examen detenido se concluye que esa persona no es representante electo de la profesión docente ni tampoco maestro de aula experimentado, sino que es alguien que estuvo dos años [1] involucrado en Teach for America y que después pasó a dedicarse a otras cosas. El manual de Teach especifica que antes de presentar Teach en un determinado escenario nacional, se realiza una “consulta exhaustiva con autoridades gubernamentales, asociados para el desarrollo o investigadores” – pero ¿qué hay de los docentes y sus sindicatos?
Yo no debería tener que señalar que la Declaración de Incheon requiere la plena participación de los docentes en el desarrollo y la evaluación de la política educativa. ¿Por qué la voz de los docentes no está presente entre los economistas que participarán en el panel de mañana, durante el cual se debatirá cómo alcanzar la meta de los ODS dedicada a los docentes? Imploro al Banco Mundial que empiece a escuchar y a respetar las opiniones de la profesión a la que está tratando de apoyar.
2. ¿Cuándo dejará el Banco Mundial de socavar el profesionalismo de los docentes?
La autonomía profesional es una de las piedras angulares de la educación de calidad ya que permite a los docentes utilizar su criterio experto para elegir los métodos y materiales que resulten más relevantes para sus estudiantes en particular. Teach, no obstante, socava la autonomía profesional puesto que insinúa que el Banco sabe mejor que un profesional de la docencia qué es lo que funciona en un aula.
Las observaciones de la enseñanza, cuando son realizadas por expertos profesionales experimentados y se utilizan con fines formativos, pueden ser útiles para el desarrollo profesional de los docentes. Además está demostrado que las observaciones entre homólogos realizadas por docentes y seguidas de programas de orientación y formación a través de comunidades profesionales de práctica, consiguen efectivamente mejorar las prácticas docentes. Sin embargo, Teach está diseñado para que lo utilicen observadores que no son sino ciudadanos normales sin ninguna experiencia en el ámbito de la docencia, formados en apenas cuatro días [2]. Si el Banco concuerda en que los docentes son profesionales, entonces tiene que respetar determinadas normas a la hora de realizar una evaluación profesional. ¿O es que un economista del Banco aceptaría que un ciudadano al azar, sin ninguna formación en economía, realizara su evaluación profesional?
3. El Banco afirma que este instrumento no pretende controlar a los docentes. Pero si la apropiación y el uso de los datos de observación depende de los países en cuestión, ¿cómo puede garantizarse dicha afirmación?
Estamos muy preocupados por el control de los docentes y su derecho a la privacidad. ¿Hasta qué punto estará garantizado el anonimato de los docentes, ya sea cuando aparezcan en vídeos de formación o cuando los observadores compartan los resultados de sus evaluaciones? El manual de Teach indica a los observadores garantizar a los docentes (para conseguir acceder a sus aulas) que la identidad de los docentes “se mantendrá de forma completamente confidencial”. Sin embargo no queda claro que esto pueda garantizarse realmente, puesto que, en última instancia, el Banco no tienen ningún control sobre la manera en que los Gobiernos nacionales optan por utilizar los datos recabados a través del instrumento. Puede haber perfectamente empresas privadas con ánimo de lucro que estén implicadas en la recopilación, el procesamiento y el almacenamiento de datos de docentes, cuyos intereses sean incompatibles con los derechos humanos y laborales.
4. Volviendo a lo esencial: ¿debería estar el Banco definiendo la calidad de los docentes en el mundo?
Teach mide la calidad de las prácticas docentes en tres áreas (cultura de aula, enseñanza y habilidades socioemocionales) y 28 comportamientos, que, junto con el tiempo adecuado que se dedica a una tarea, constituye para el Banco Mundial una “práctica docente de calidad”.A los docentes les satisface ver en la lista muchos de estos “comportamientos”, como por ejemplo la sensibilidad de género, el pensamiento crítico y las habilidades sociales y emocionales. Sin embargo, ¿qué legitimidad tiene el Banco para definir categóricamente la calidad de los docentes de un país?
En las publicaciones no existe actualmente un consenso claro en cuanto a lo que constituye una pedagogía perfecta. Además, los métodos de enseñanza eficaces pueden variar de un país a otro. El Banco mantiene que Teach evita los problemas que presentaban los instrumentos de observación universales del pasado, ya que los países pueden añadir ahora elementos al instrumento central en función de sus prioridades. Pero ¿es esto suficiente? Teach aspira a “desarrollar un lenguaje común para el análisis de las prácticas docentes” basado en “experiencias universales que dan lugar al aprendizaje” (Molina et al. 2018a, p.4), pero el instrumento se creó utilizando como punto de partida herramientas de observación existentes procedentes de Estados Unidos (Molina 2018a, p.6).
Como Tabulawa demostró en Botswana, cuando se impone a los docentes nuevas prácticas didácticas procedentes de otros países, sin su apoyo o sin una comprensión adecuada del contexto sociohistórico, es muy probable que las reformas terminen siendo un fracaso (Tabulawa, 1997). Los instrumento de evaluación de docentes deberían desarrollarse a escala local y en colaboración con los sindicatos de docentes. Cuando un instrumento que va a utilizarse en los países del Sur se desarrolla en Washington, surgen fuertes connotaciones neocoloniales, sobre todo teniendo en cuenta que mediante este instrumento el Banco no solo evalúa a los docentes sino que trata de influir en lo que sucede sobre el terreno en las aulas extranjeras.
5.¿Conseguirá la sencilla rúbrica del instrumento juzgar con precisión la calidad de los docentes? ¿Y existe el peligro de que la evaluación pueda utilizarse de manera injusta contra los docentes?
Teach se diseñó para ser un “instrumento sencillo y fácil de administrar”. Se empezó con 43 elementos, que posteriormente se redujeron a 14 y finalmente a 10, eliminándose elementos que se consideró resultaban imposible de observar. ¿Hasta qué punto el marco establecido por el Banco para evaluar la calidad de la enseñanza refleja lo que puede medirse fácilmente en lugar de reflejar lo que mayor importancia reviste para la enseñanza de calidad? La propia evaluación se lleva a cabo mediante dosobservaciones de aula de 15 minutos cada una, y tres observaciones instantáneas de 1-10 segundos. ¿Realmente puede evaluarse a un docente en apenas unos minutos? El manual Teach indica a los observadores garantizar a los docentes que las observaciones “no serán utilizadas como evaluación”. Sin embargo sigue existiendo el peligro de que se haga un mal uso de las observaciones y que por consiguiente se lleguen a tomar injustamente medidas punitivas contra los docentes.
Conclusiones – Teach: un instrumento ineficaz para respaldar la enseñanza de calidad
Teach tiene por objetivo “fomentar la medición de las prácticas docentes en países de ingresos bajos y medios”. Pero ¿qué valor tiene una medición por la medición en sí? La validación del instrumento –o mejor dicho, la autovalidación, puesto que el estudio (Molina et al. 2018b) fue llevado a cabo por el equipo de Teach– muestra supuestamente la calidad de la evaluación. Sin embargo no hay pruebas de que este instrumento de evaluación docente contribuya efectivamente a mejorar las prácticas didácticas. Si el Banco está siendo realmente serio en cuanto a las intervenciones basadas en datos empíricos, ¿por qué no basa su trabajo en la extensa bibliografía que demuestra que la enseñanza de calidad no es consecuencia del control de los docentes sino de una educación docente de calidad, de unas condiciones de trabajo de calidad y de una profesión atractiva y prestigiosa?
Referencias
Molina et al. (2018a). Evidence Based Teaching: Effective practices in Primary School Classrooms. Teach Classroom Observation Tool Background Paper. World Bank Group.
Molina et al. (2018b). Measuring Teaching Practices at scale: Results from the Development and Validation of the Teach Classroom Observation Tool. Teach Classroom Observation Tool Background Paper. World Bank Group.
Tabulawa, R. (1997). Pedagogical practice and the social context: the case of Botswana. International journal of Education Development. (17:2), 189-204.
[1] A nivel de enseñanza secundaria, a pesar de que Teach se centra actualmente en la enseñanza primaria.
[2] Por monitores locales (a los que no se les exige experiencia docente) que a su vez son formados por formadores del Banco (que tienen 2 años de experiencia de formación pero a los que no se les exige ninguna experiencia docente).
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