Docentes de Alemania y España están facilitando la integración de niños refugiados en las aulas, y ahora tienen unas peticiones claras para los legisladores.
Ayer se presentaron simultáneamente dos estudios sobre la integración de los niños refugiados a través de la educación en Bremen (Alemania) y Madrid (España). Ambos demuestran un esfuerzo coordinado y la determinación de los docentes europeos por ayudar a quienes más lo necesitan.
Los informes, coordinados por la Internacional de la Educación (IE) y sus afiliadas locales GEW y FECCOO en Alemania y España, se centran en la situación de los niños refugiados y menores no acompañados, y en su matriculación y adaptación en los sistemas escolares del país que los acoge.
Martin Henry, coordinador de la investigación con la IE, destacó en Bremen que una estrategia alineada, en sintonía con la Convención sobre los Refugiados de 1951 y la Directiva sobre acogida de la Unión Europea de 2013, marca el camino correcto para garantizar la protección y la integración de los refugiados.
En España, Dominique Marlet, coordinadora sénior de la IE del departamento de Derechos humanos y sindicales, exigió más y mejor financiación para los sistemas educativos, especialmente para los que tienen que ofrecer una educación de calidad a los refugiados. Señaló que a menudo se deja solos a los docentes, que deben enfrentarse a los retos que implica trabajar con alumnos nuevos que necesitan una atención individualizada. Además, alabó a los sindicatos participantes por haber tejido la red necesaria para dar apoyo a sus miembros.
Las exigencias que la IE y sus afiliadas van a exponer a los legisladores europeos se centran tanto en la financiación como en el apoyo, y piden también que:
- todos los países acepten a refugiados y menores no acompañados en sus escuelas y que estos dispongan de acceso inmediato a todo el apoyo social y educativo, como programas de salud mental;
- los estados financien programas de integración lingüística;
- exista un apoyo pedagógico: pedagogía para la enseñanza de un segundo idioma y enseñanza de grupos;
- los estudiantes reciban apoyo en su lengua materna;
- se incluya la educación para la ciudadanía global en todos los currículos nacionales (según las directrices de la OCDE 2030 y la UE);
- se establezcan equipos multidisciplinares sobre educación de refugiados y migrantes;
- se organicen actividades extracurriculares donde los recién llegados interactúen con estudiantes locales con la escuela como centro de reunión;
- se renegocie la normativa de Dublín para que los refugiados no queden atrapados o pasen a la clandestinidad por culpa de la legislación sobre migración.
Pueden acceder a las publicaciones haciendo clic aquí(estudio sobre Alemania) y aquí(estudio sobre España).