El Primer Congreso Mundial de la Internacional de la Educación, reunido en Harare (Zimbabwe) del 19 al 23 de julio de 1995:
1. Nota que los docentes cumplen un papel importante en el desarrollo económico, social y cultural de nuestras sociedades, en tanto proporcionan no sólo conocimientos y calificaciones, sino también los principios éticos universales de la justicia social, la tolerancia y la paz;
2. Nota que la vasta mayoría de docentes considera que no reciben un adecuado reconocimiento moral y material de acuerdo con su nivel de calificaciones y responsabilidades;
3. Nota la existencia de doctrinas económicas, políticas y religiosas que entorpecen el reconocimiento en muchos países de los derechos establecidos por los Convenios No. 87 y 98 de la OIT, y la libertad profesional tal como se estipula en la Recomendación OIT/UNESCO de 1966 relativa a la Condición de la Profesión Docente;
4. Nota que el bajo salario de los docentes en la mayoría de países y el impago de los salarios durante largos períodos en ciertos países crean situaciones de poca estima, desmoralización y hasta precariedad en los países en desarrollo, afectando la moral y la dignidad de los docentes;
5. Nota que demasiado a menudo se demanda a los docentes que efectúen sus labores sin haber recibido la capacitación docente y psicológica adecuada y suficiente, lo que les hace muy difícil proporcionar una educación de calidad;
6. Nota además que con mucha frecuencia la cantidad de alumnos por aula ha llegado a niveles absurdos en los países en desarrollo, que la poca salubridad de muchos locales escolares, y que la ausencia o falta de materiales escolares, han creado condiciones inaceptables que llevan a perturbar el bienestar mental de los docentes; El Congreso subraya:
7. Que en estos momentos de profundos cambios en toda sociedad, debe darse el valor que se merecen a los recursos humanos si se quiere que estos cambios tengan éxito. En ese sentido, el papel de los docentes debe ser reconocido y fortalecido para poder satisfacer las necesidades de la educación y formación de los jóvenes;
8. Que todos los docentes deben recibir una formación a nivel de educación superior inicial antes de comenzar a enseñar, y gozar regularmente de una capacitación en servicio que les permita incorporar al ejercicio de su profesión todos los nuevos adelantos de la enseñanza y preparar mejor a los jóvenes para su desempeño en sociedades en constante cambio;
9. Que la calidad de la educación y su importancia en la satisfacción de las necesidades reales de los jóvenes también depende en gran medida de las condiciones de trabajo, no sólo de los alumnos y estudiantes, sino también de los docentes y el personal educativo, cuyas condiciones están lejos de ser las más satisfactorias en la actualidad;
10. Que los docentes y el personal educativo deben gozar de una vida digna que sea el fruto de su trabajo, sin tener que recurrir a la búsqueda de un segundo o tercer empleo para lograr un salario decente que les permita vivir con sus familias;
11. Que es necesario devolver el valor moral y material a la labor de maestro o educador, es necesario devolverles su condición, el reconocimiento y dignidad dentro de la sociedad, de forma que ellos puedan encontrar la voluntad, la convicción y el prestigio; condiciones necesarias para una educación de calidad; 12. La importancia de la libertad académica y profesional de los docentes, que supone la existencia de una enseñanza libre e independiente de cualquier influencia política, económica, ideológica o religiosa, para preservar el derecho de los jóvenes al ejercicio democrático de su espíritu crítico y su creatividad;
El papel de la Internacional de la Educación
La IE debe:
13. Fomentar los principios y objetivos antes mencionados dentro de las organizaciones intergubernamentales, como la OIT y la UNESCO en particular, y favorecer la ratificación y la adopción de los instrumentos legales internacionales por parte de los gobiernos, para mejorar la condición de los docentes y el personal educativo;
14. Intervenir ante los gobiernos para que tomen todas las medidas apropiadas para la aplicación de la Recomendación;
15. Recolectar y publicar los estudios existentes para demostrar la estrecha relación que existe entre el nivel de formación inicial y la capacitación en servicio y las condiciones de trabajo del personal educativo por un lado, y la calidad de la educación que se ofrece a los jóvenes por otro;
16. Reflexionar junto con los miembros de la comunidad científica, cultural e internacional sobre el nuevo papel que los docentes deben jugar en la sociedad, con todas sus implicaciones, y publicar los resultados de dicha labor.