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Internacional de la educación
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Sindicato de la enseñanza se opone a las tasas universitarias:

publicado 9 noviembre 2012 actualizado 13 diciembre 2012
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¿Cuáles son las razones que subyacen en este logro político?

En este cambio de tendencia tuvo un papel decisivo la acertada alianza extraparlamentaria que se oponía a las tasas académicas, formada por representantes de los estudiantes, sindicatos y asociaciones preocupadas por las políticas de educación e investigación, todos empujando en la misma dirección.

Su campaña contó con la valiosa ayuda de diversos estudios que demostraban que el sistema educativo de Alemania ya es muy selectivo. La investigación probó que los niños de familias “de escasa educación” (en las que ninguno de sus miembros tiene estudios), especialmente los niños de la clase trabajadora, están extremadamente desfavorecidos.

Las encuestas sociales periódicas que realiza la DSW, una asociación de defensa de los estudiantes, resultaron especialmente útiles. Otros estudios demostraron que los alumnos que terminaban el colegio y continuaban con el bachiller no llegaban a los centros de educación superior por culpa del debate sobre las tasas académicas.

Puesto que en Alemania la gestión de las políticas de educación superior corresponde a los estados federales, la cuestión de las tasas académicas no se debate en el Parlamento nacional(Bundestag), sino en los parlamentos regionales.

Cuando quienes criticaban las tasas académicas lograron convertir la cuestión en tema electoral, los socialdemócratas y los verdes poco a poco hicieron suya esta preocupación y en las campañas electorales se presentaban como contrarios a las tasas académicas. En Baviera y Baja Sajonia, donde aún se cobran estas tasas, habrá elecciones en 2013, de forma que incluso en estos estados podrían quedar suprimidas.

Una de las consecuencias principales es que la política neoliberal en educación, que aún predominaba en Alemania cuando comenzó el siglo XXI, se encontró ante una crisis de aceptación popular. Hace tan solo diez años, en los debates se ridiculizaba la oposición categórica a las tasas académicas como algo anacrónico. Ahora la tendencia es a favor de la educación gratuita.

Crónica: La lucha contra las tasas académicas en Alemania

1971 La Conferencia permanente de Ministros de Educación y Cultura de los Länder de la República Federal de Alemania (KMK) aprueba la supresión de las tasas académicas: estudiar en la Universidad es gratis.

1971 Se aprueba una ley sobre becas de estudio (BAföG) por la que se reconoce el derecho legal a la formación basándose en la disposición, el talento y la aptitud, así como el derecho legal a una ayuda si no se dispone de los fondos necesarios para la formación y la manutención.

1974 Esta ayuda, que en principio se prestaba en forma de beca estatal, ahora se da en parte como beca y en parte como préstamo. Entre 1983 y 1990, el préstamo representaba el 100 % de la ayuda y desde 1990 se redujo a la mitad.

1982 El Canciller Helmut Kohl preside un Gobierno de coalición constituido por democristianos y liberales. Dorothee Wilms, Ministra Federal de Educación, es la primera en reclamar la (re)introducción de las tasas académicas.

1994 Se funda el Centro para el Fomento de la Educación Superior (CHE) como órgano filial de la Conferencia de Rectores de Alemania y la Bertelsmann Stiftung, una fundación de Derecho privado. El CHE aboga por una reestructuración la educación superior basada en el principio de la “universidad empresa” y defiende la aplicación de tasas académicas.

1996 Baden-Württemberg se convierte en el primer estado federal en introducir tasas académicas para los estudiantes que repitan curso. Otros estados toman pronto la misma medida.

1999 Representantes estudiantiles, sindicatos y asociaciones de acción política crean una alianza para luchar contra las tasas académicas (ABS).

2002 La coalición de socialdemócratas y verdes, presidida por el Canciller Gerhard Schröder, incorpora una enmienda a la ley marco sobre educación superior por la que se prohíbe imponer tasas a los alumnos que estudian para obtener su primer título universitario.

2005 El Tribunal Constitucional Federal dictamina que la ley marco de 2002 viola la Constitución porque la competencia en cuestiones relativas a la educación superior corresponde a los estados federales.

2007 Los estados(Länder) de Baden-Württemberg, Baviera, Hamburgo, Hesse, Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia y Sarre introducen las tasas académicas universales, que se abonan a partir del primer semestre. La cuantía suele rondar los 500 euros al semestre.

2008 En Hesse, una mayoría parlamentaria de socialdemócratas, verdes y partidos de izquierdas suprimen las tasas académicas. Cuando más tarde los democristianos y los liberales consiguen la mayoría parlamentaria, deciden no revocar esta decisión. Otros estados siguen la misma vía.

2012 Solo dos estados federales –Baviera y Baja Sajonia– siguen cobrando tasas académicas universales.

Posturas propuestas por los sindicatos de la enseñanza

Los sindicatos de la enseñanza debería adoptar una postura clara a favor de la educación superior gratuita. El proyecto de declaración política de la Internacional de la Educación sobre las tasas académicas, que se debatió en la 8ª Conferencia Internacional sobre Educación Superior e Investigación celebrada enseptiembre de 2012 en Buenos Aires (Argentina) es un paso en la buena dirección.

Allá donde estudiar es hoy gratuito habrá que oponerse decididamente a toda sugerencia de introducir tasas académicas, y allá donde existan tasas académicas los sindicatos deben trabajar por su supresión.

Eliminar las tasas académicas forma parte de una estrategia educativa global que aspira a poner la educación superior al alcance de sectores más amplios de la sociedad, con una ayuda económica para los estudiantes que sea eficaz y un sistema educativo que derribe las barreras sociales que se levantan desde los primeros años de la infancia con una educación continuada.

Buenas razones para oponerse a las tasas académicas

La Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW), uno de los miembros de la Internacional de la Educación en Alemania, siempre se ha opuesto resueltamente a las tasas académicas.

Fue cofundadora de la alianza contra las tasas académicas (ABS) y ha respaldado activamente numerosas protestas en contra. En opinión de la GEW, las siguientes razones son cruciales para preservar una educación sin tasas:

  • La sociedad del conocimiento del siglo XXI exige cada vez más graduados cualificados, no menos. La GEW quiere que la educación superior se abra a sectores más amplios de la sociedad: extender los centros de educación superior para dar respuesta a las necesidades, ofrecer acceso gratuito a la educación superior e incluir a quienes reúnen las condiciones por su experiencia laboral, no por los exámenes escolares. También es importante mejorar la ayuda económica que se ofrece a los estudiantes, de tal forma que el dinero que necesitan no dependa de los ingresos de los padres.
  • Las tasas académicas destruyen la igualdad de oportunidades en el sistema educativo. Son antisociales, porque hacen que el acceso a la educación superior y las perspectivas de conseguir una buena titulación dependan de la situación económica del estudiante. Así pues, agravan las desigualdades sociales actuales en cuanto a oportunidades educativas. Por eso las tasas académicas impiden que los niños de familias con escasa formación y socialmente desfavorecidas aspiren a un título universitario. Los datos demuestran igualmente que frenan a las mujeres, que reciben menos ayuda y menos apoyo y para quienes la idea de financiar sus estudios mediante préstamos constituye una carga mayor, porque ganarán menos dinero a lo largo de su vida.
  • No queremos que quienes se benefician de sus cualificaciones académicas contribuyan más al coste de la educación superior. Queremos unos impuestos basados en la justicia social, pues así se garantizará que quienes más ganan contribuyan de forma justa a un sistema de educación pública eficaz.
  • La educación superior no es una mercancía, sino un derecho humano. Por eso el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales contempla en su artículo 13 el derecho a la educación y consagra explícitamente su compromiso con la introducción progresiva de la educación gratuita. Aplicar o aumentar las tasas académicas es una violación de este pacto, que fue ratificado por la República Federal de Alemania en 1973. Junto con el FZS, la organización que agrupa a los órganos de representación estudiantil, la GEW denunció esta violación ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas en Ginebra. En 2011, el Comité dictaminó que las tasas académicas constituyen una violación del derecho a la educación.
  • Una universidad no es una empresa de servicios ni los estudiantes son clientes. Igual que los profesores en la educación superior, los estudiantes forman parte de los órganos autónomos que rigen las universidades:“universitas magistrum et scholarum”(“comunidad de enseñanza y aprendizaje” – Wilhelm von Humboldt). Dar a los estudiantes más relieve como consumidores de educación superior, como si fuera un producto, no es el modo adecuado de reforzar su influencia. En vez de ello, la GEW pide que los estudiantes tengan más participación en los procesos de toma de decisiones de la educación superior, de forma que consigan que su influencia sirva para mejorar las materias que se ofrecen y la calidad de la enseñanza.