Mientras los líderes políticos y empresariales se reúnen en Davos un año más, con motivo del Foro Económico Mundial, el Informe de Seguimiento de Educación Para Todos en el Mundo ha publicado un nuevo documento mostrando que el conjunto de las contribuciones de las corporaciones y fundaciones privadas alcanzan un total de 683 millones de dólares al año, equivalente tan sólo al 5% del total que los donantes gastan en educación. Mientras los donantes están incrementando su apoyo a los planes educativos de los gobiernos, las contribuciones del sector privado reflejan muy a menudo los intereses empresariales en lugar de las necesidades educativas de los países más pobres.
Pauline Rose, Directora del Informe de Seguimiento de Educación Para Todos en el Mundo Para poner en perspectiva las contribuciones del sector privado a la educación, 638 millones de dólares son equivalentes tan sólo al 0,1% de dos de las empresas petroleras más grandes del mundo; es igual al coste de tan sólo dos Airbus A380 o a la cantidad que los habitantes de EE.UU. gastan en pizza en poco más de una semana. Se trata de una modesta cantidad comparada con los 16.000 millones que se necesitan anualmente para asegurar que cada niño/a acuda a la escuela primaria.
¿Por qué no destina el sector privado más cantidad a la educación siendo el primero en beneficiarse de una mano de obra cualificada? Hay quienes argumentan que es porque no están interesados en gastar dinero en servicios sociales, lo que no es cierto. El sector privado destina a la salud mucho más que a la educación. Alrededor del 53% de las subvenciones de las fundaciones estadounidenses están dirigidas a la salud y tan sólo un 8% a la educación.
Otros sugieren que el sector privado, en particular las empresas farmacéuticas, tienen bastantes más motivos para estar interesados en la salud. Pero esta no puede ser la única razón. La salud ha sido beneficiaria del apoyo de líderes de empresas mundiales, como por ejemplo Bill Gates, quien dio visibilidad a la importancia de que todos/as los niños/as sean vacunados/as. Sin embargo, no hay ningún líder empresarial de la misma envergadura dando visibilidad a la necesidad de educar a los 61 millones de niños/as que no están escolarizados.
No es sólo que 683 millones de dólares sean una pequeña cantidad de dinero, sino también que son pocas las compañías que contribuyen. Es evidente que hay espacio suficiente para que otras empresas se unan. Tan sólo cinco corporaciones donan más de 10 millones de dólares al año a la educación: Banco Santander, Cisco, Intel, Coca Cola y Exxon. Estas cinco proveen más de la mitad de la cantidad total aportada por todas las fundaciones privadas y corporaciones unidas.
Las fundaciones privadas son más propensas a asignar fondos a ciertas causas con el fin de alinearse con los donantes que apoyan a los gobiernos nacionales. Sus contribuciones constituyen una quinta parte del total de las contribuciones del sector privado.
Entre las fundaciones que informan de su financiación a la educación, tan sólo cinco proveen más de 5 millones de dólares al año: Open Society, MasterCard, William and Flora Hewlett, Ford and Carnegie Corporation of New York. Sus contribuciones son importantes pero pequeñas, comparables a la cuantía de la ayuda a la educación que dedican los donantes de países más pequeños, como Luxemburgo o Nueva Zelanda.
Hay algunas razones para ser optimistas. Hace menos de seis meses, Ban-ki Moon, Secretario General de la ONU, lanzó en la Asamblea General de este organismo la Iniciativa Global de “Educación Primero”.
La plataforma de la iniciativa incluye personalidades de alto perfil y políticos como Gordon Brown, enviado especial de la ONU para la Educación Global; H.M. Queen Rania Al Abdullah, del Reino Hachemita de Jordania; Aung San Suu Kyi, de Myanmar; Julia Gillard, Primera Ministra de Australia; Helle Thorning-Schmidt, Primera Ministra de Dinamarca o Sr. Jim Yong Kim, Presidente del Banco Mundial, entre otros.
Esta iniciativa, combinada con la claridad de las estadísticas que muestran el Informe de Seguimiento de Educación Para Todos en el Mundo, al señalar que 250 millones de niños/as no están aprendiendo las nociones y destrezas básicas, fue suficiente para alentar al sector privado a defender la educación.
Alrededor de 1.500 millones de dólares fueron prometidos por las corporaciones y las fundaciones a favor de la educación. Western Union prometió 1.000 millones de dólares para la educación a nivel global, lo que equivale a 10.000 dólares al día en subvenciones para un millón de días de escuela.
Davos es un semillero de influyentes líderes empresariales que tienen el potencial de acelerar el proceso para que la Educación para Todos sea una realidad en 2015. Espero de verdad que los mensajes contenidos en nuestro documento les lleguen a través de las plataformas y actividades paralelas a las que van a asistir.
Con su apoyo, la educación tiene el potencial de romper el ciclo de la pobreza de millones de hogares de todo el mundo. Hay grandes posibilidades de que esto suceda este año ya que tres apasionados seguidores de la educación van a estar en Davos: Irina Bokova, Directora General de la UNESCO; Gordon Brown, enviado especial de la ONU para la Educación Global y HM Reina Rania Al Abdullah, del Reino Hachemita de Jordania.
Se espera que su presencia ayude a materializar el apoyo de los líderes mundiales empresariales para que intensifiquen sus compromisos con la educación. Con su ayuda, pronto podríamos ver un final para todos los/las niños/as a los/las que actualmente se les ha negado la oportunidad de aprender y de estar en la escuela.
Haga clic aquí para descargar el documento de Educación Para Todos: El sector privado debe aumentar la financiación en educación (pdf en inglés)