Reflexiones de John Bangs, Consultor principal de la Internacional de la Educación e Investigador Honorario de la Universidad de Cambridge, sobre la 2ª Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente, Nueva York, marzo de 2012
Hay momentos en los que los intereses de los gobiernos y los sindicatos de docentes coinciden, cuando existe una sinergia entre las pruebas y la voluntad política. Uno de estos momentos llevó al gobierno de Obama a decidir repetir la Cumbre Internacional sobre el Futuro de la Profesión Docente del año pasado. La administración tenía dos buenas razones para creer que colaborar con la Internacional de la Educación (IE), el sindicato de docentes estadounidense y la OCDE para organizar la Cumbre representaba una ventaja. La primera fue que Arne Duncan, el Ministro de Educación de Obama, se dio cuenta de que ningún país puede desarrollar un sistema educativo eficiente sin aprender de otros países que tengan éxito. La segunda fue las pruebas aportadas por la OCDE de que para ser eficaces, los sistemas educativos necesitan contar con sindicatos de docentes fuertes y activos.
La Cumbre de este año se celebró en un momento en el que la crisis financiera está afectando gravemente los presupuestos asignados a la educación. En vista de una preocupación cada vez mayor e incluso de un malestar social en cada vez más países de la OCDE, la postura por defecto de los sindicatos que asistieron a la conferencia podría haber sido centrarse únicamente en debatir el gasto público. Aunque este debate es importante, los sindicatos adoptaron una postura más sofisticada: el debate sobre qué funciona en los sistemas educativos refuerza verdaderamente la campaña para proteger la educación.
Como los sindicatos de docentes y la OCDE afirman constantemente, lo que funciona es el establecimiento de políticas de enseñanza eficaces que hayan sido elaboradas en colaboración con la profesión docente y sus organizaciones. De hecho, Obama lanzó en febrero el programa RESPECT (5.000 millones de dólares), que propone que las asociaciones y sindicatos de docentes ‘transformen la enseñanza en EE.UU. en una profesión del siglo XXI’. Esto supone un cambio considerable en comparación con los primeros años del gobierno actual, en los que se adoptó un enfoque punitivo en relación a la reforma de la educación. El programa también contrasta totalmente con la tendencia política en EE.UU. que trata de reducir los presupuestos para la educación, como en Pensilvania y Florida, eliminar los derechos de negociación colectiva, como en Wisconsin, y humillar públicamente a los/las docentes a través del uso de datos erróneos y una metodología que todavía no ha sido probada, como en Nueva York.
La testimonio más convincente del impacto de la Cumbre del año pasado quizás fuera cuando Arne Duncan reveló en su discurso de clausura que no habría podido convencer al Presidente de financiar el programa RESPECT sin las pruebas aportadas a escala internacional sobre la importancia de desarrollar y formar a los/las docentes.
La Cumbre de este año se centró en el liderazgo, las competencias necesarias para el siglo XXI y la oferta y demanda de docentes, lo que proporcionó una plataforma propicia para que se escuchara la voz de los profesionales. La IE se basó en su propio documento de referencia para la Cumbre, el cual hacía hincapié en que está comprobado que cuando el liderazgo de los/las directores/as es dictatorial y desalentador, la educación de alta calidad es frágil y la innovación se reprime. Hay muchas más probabilidades de que las escuelas y el sistema tengan éxito cuando los/las directores/as promueven la capacidad de liderazgo de sus docentes. Además, la IE argumentó que cuando las escuelas gozan de total autonomía, el apoyo que reciben es inestable y esto socava el desarrollo de una profesión docente altamente capacitada.
Éstas no son opiniones aisladas. Cuando se pidió a las delegaciones nacionales compuestas por miembros de sindicatos y del gobierno que indicaran sus prioridades principales al final de la Cumbre, el objetivo más recurrente fue fomentar la colaboración en la enseñanza y la capacidad de sus sistemas de apoyar a los/las docentes en las escuelas. Los argumentos a favor de políticas coherentes y financiadas para la formación de docentes y el desarrollo de una autorregulación y una autonomía profesional ocuparon el centro del debate.
Uno de los puntos fundamentales del debate de este año fue la necesidad de alinear la creatividad de evaluación, la innovación y las competencias del siglo XXI. Una y otra vez, se comparó con las estrategias equivocadas de reforma, como la evaluación decisiva y punitiva.
El debate sobre la oferta y la demanda de docentes fue especialmente animado. La IE recalcó que sólo se puede contratar y retener con éxito a los/las docentes si las condiciones de trabajo, los salarios, el desarrollo profesional y la autonomía profesional de los/las mismos/as equivalen a los de otras profesiones altamente reconocidas. Algunos países querían incluir la remuneración por méritos. ¡El debate continuará en la Cumbre del año que viene!
Debido a las expectativas y las presiones financieras sin precedentes a las que está sometida la educación, las responsabilidades que tienen que asumir los sindicatos son excepcionales. Todavía hay partidos y gobiernos en todo el mundo que no están muy de acuerdo con las metas de la Cumbre, a pesar de que las pruebas son abrumadoras. Los sindicatos tienen que ser interlocutores en igualdad de condiciones de los gobiernos y las jurisdicciones si se desea atraer y conservar en la enseñanza a las personas más comprometidas y cualificadas.
Nota: 23 países asistieron a la Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente este año, la cual se celebró en Nueva York el 14 y 15 de marzo. Cada delegación estuvo compuesta por un Ministro y hasta dos dirigentes de un sindicato de docentes. El criterio de asistencia era que tenía que considerarse que cada país estuviera mejorando o tuviera éxito según los datos del informe PISA de 2009. Los países que participaron este año fueron Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Hong Kong, Hungría, Islandia, Indonesia, Japón, Corea, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, China, Polonia, Singapur, Eslovenia, Suecia, Suiza, el Reino Unido (Inglaterra) y EE.UU. Se invitó a Francia, Australia e Irlanda, pero no asistieron. La delegación de Sudáfrica asistió como invitada. El gobierno de EE.UU. junto con la NEA y la AFT, la OCDE y la IE coorganizaron la Cumbre. El documento de referencia de la IE para la Cumbre está disponible en su sitio web. El documento de referencia de la OCDE fue publicado el 14 de marzo.