La Confederación Europea de Sindicatos (CES) organizó un Día Europeo de Acción el 29 de septiembre de 2010 para oponerse a los programas de austeridad adoptados por los gobiernos de toda Europa.
Miles de manifestantes tomaron las calles de Bruselas, con protestas simultáneas en 37 países; entre otros, Chipre, República Checa, Irlanda, Italia, Letonia, Polonia, Portugal, Rumanía y Serbia.
El mensaje del movimiento sindical fue que los gobiernos deben dar prioridad a restablecer el empleo, en lugar de la reducción de los déficits públicos con la retirada prematura de las medidas de estímulo económico.
El efecto dominó
En mayo de 2010, el gobierno griego anunció la aplicación de recortes de hasta 16 mil millones de euros en los próximos cuatro años, incluidas las pensiones y el incremento de la edad de jubilación.Fue el comienzo del efecto dominó.La crisis de Grecia puso nerviosos a los otros países europeos, que hicieron sus propios anuncios de recortes en los presupuestos públicos.
El gobierno de Gran Bretaña, compuesto por una coalición de conservadores y liberales demócratas, anunció unos sorprendentes recortes de hasta 93 mil millones de euros y la pérdida de 500.000 puestos del sector público, con vistas a reducir el déficit presupuestario.
En España, las medidas de austeridad incluyeron recortes salariales y la congelación de las pensiones, así como el aumento de la edad de jubilación a los 67 años. En un momento en el que el desempleo alcanza ya el 20 por cien, 500.000 personas más corren el riesgo de perder sus trabajos y las reformas dañan los acuerdos de negociación colectiva.Los sindicatos españoles organizaron la primera huelga general en 8 años en el Día de Acción.
En Francia, la educación pública también se ha visto afectada; el Ministerio de Educación prevé la pérdida de 9.000 puestos en primaria, a pesar de que el número de alumnos se incrementará en 4.000. Las protestas masivas en Francia mostraron una oposición total a los ataques a las pensiones, así como a las condiciones de trabajo y las perspectivas de futuro de los jóvenes.
Salvemos la educación
Los sindicatos de docentes reconocen que se necesita una solución a la crisis financiera, pero también es fundamental que el diálogo social ayude a encontrar soluciones negociadas colectivamente.Es esencial lograr un consenso para evitar el riesgo de que las medidas de austeridad dejen paso a una privatización desenfrenada de servicios públicos básicos, como la salud y la educación.
Como dijo el Secretario General de la IE, Fred van Leeuwen:“Las medidas se deben centrar en los jóvenes, para evitar que la próxima generación deje la educación y caiga en el desempleo, o que los empresarios los ignoren cuando la economía se recupere”.
La propuesta de los sindicatos
Como alternativa a las medidas de austeridad, los sindicatos han propuesto políticas de crecimiento basadas en mantener a los trabajadores en la actividad económica hasta que las medidas de inversión surtan efecto.
Es la estrategia que ha seguido Alemania, donde se ha mantenido a los trabajadores en sus puestos hasta que la demanda ha vuelto a aumentar, incluso con una reducción de jornada, compensada por el apoyo del estado, que ha proporcionado formaciones a los trabajadores.Los resultados muestran los niveles más altos de recuperación en Europa.
Muchas economías nacionales también podrían reforzarse aplicando un impuesto sobre las transacciones financieras (ITF) a los bancos y creando un sistema de recolección de impuestos más justa y más equitativa. El ITF, como gravamen sobre tipos específicos de transacciones financieras, podría acabar con la especulación a corto plazo que nos ha llevado al desorden financiero.Las cifras muestran que un ITF del 0,05% podría generar 200 mil millones de euros al año.Con él, los gobiernos podrían reducir los índices de desempleo y frenar la especulación financiera en los mercados que está poniendo en peligro a tantas economías.
Asimismo, la IE estima que se debe perseguir la evasión de impuestos de los miembros más acaudalados de la sociedad, por su impacto en la generación de ingresos y por el principio básico de la justicia social.
Por encima de todo, el Día Europeo de Acción ha sido un llamamiento a la solidaridad.Como afirmó el Secretario General de la CES, John Monks:“La falta de solidaridad ha sido la nota predominante a lo largo del año.Se ha escuchado demasiado a los mercados, y muy poco a la gente”.