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Internacional de la educación
Internacional de la educación

Discurso inaugural de Fred van Leeuwen, secretario general de la IE, en la 6ª Conferencia Regional de Asia-Pacífico

publicado 1 octubre 2009 actualizado 1 octubre 2009
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La conferencia, celebrada en Bangkok del 28 al 30 de septiembre de 2009, tuvo como título "Respuesta de las organizaciones docentes de la región Asia-Pacífico a las crisis mundiales".

Colegas:

Hace un año, un huracán financiero arrasó con el planeta. Recientemente, ese huracán se ha calmado, pero ahora estamos viendo el alcance total del daño. Años atrás, en 1997, tuvimos la crisis financiera asiática, que comenzó aquí en Tailandia y rápidamente afectó a todos los países de la región. Ahora sabemos que la crisis asiática fue la precursora de la crisis mundial de 2008.

Existen algunas semejanzas llamativas entre las dos crisis. En 1997, las economías de Tailandia, Malasia, Indonesia y Corea se transformaron en "burbujas" alimentadas por el "dinero caliente". Los incentivos distorsionados crearon grandes grupos de crédito que hacían subir los precios de los activos hasta que ya no pudieron sostenerse, y las burbujas explotaron.

Eso es precisamente lo que ocurrió a escala mundial hace una década. En Estados Unidos, se desarrolló una gran "burbuja" en el mercado inmobiliario, alimentada por incentivos distorsionados, crédito fácil y deudas, que no pudo sostenerse. Pero hubo una burbuja aún más grande: la burbuja de las finanzas mundiales. Durante un tiempo, aquellos que jugaban a la bolsa podían hacer grandes fortunas. Pero cuando estalló la burbuja del mercado inmobiliario de EE. UU., también lo hizo la burbuja financiera. Lehman Brothers se arruinó y todo el sistema financiero mundial se desmoronó.

Incluso la anterior crisis financiera asiática puede haber tranquilizado a los políticos y a los organismos internacionales con un falso sentido de seguridad. Cuando, según el FMI, se "contuvo" la crisis asiática, muchas de estas personas pensaron que sabían cómo manejar una crisis. Volvieron al trabajo, como siempre. No prestaron atención a las advertencias realizadas por el movimiento sindical de que todavía existían desequilibrios fundamentales en nuestras economías: el desequilibrio entre la economía real y la economía virtual de los magos financieros, y los desequilibrios entre el poder adquisitivo de los asalariados y de aquellos que hicieron fortunas a partir de estas expansiones. No escucharon y, en consecuencia, una década después, el mundo se enfrenta a una crisis mayor.

Pero lo más importante: ¿qué había detrás de estos desequilibrios?

Durante casi tres décadas, había existido un consenso mundial a favor de la desregulación del sector privado y de restar importancia al sector público. El surgimiento de esta política –o debería decir, de esta ideología–, con frecuencia descrita como "neoliberal", tuvo gran promoción en Asia, pero también en otras regiones. Se aceleró en todo el mundo con la caída del Muro de Berlín y el fin de la Unión Soviética y de economías planificadas centralmente en toda Europa Oriental y la región central de Asia.

Ahora sabemos que la expansión económica en América del Norte desde 2001 en adelante –los años de Bush– fue impulsada por la deuda. Fue el auge del sector privado y estaba relacionado con la reducción constante de los servicios públicos. Así fue la expansión económica en ciertos países de esta región y en otras partes del mundo: un auge del sector privado, con estancamiento de financiación para los servicios públicos. Cuando terminó la expansión económica en Estados Unidos, y esta caída se extendió rápidamente por el planeta, el impacto en todas las regiones fue de grandes proporciones. Fue rápido, drástico, y las consecuencias aún no han terminado.

En esta región, tenemos información de las organizaciones miembros de Australia, Nueva Zelanda, Mongolia, Tonga, Japón y Taiwán sobre recortes presupuestarios en educación y amenazas de recortes salariales para nuestros miembros.

El G-8 y el G-20

Japón, con la segunda economía más grande del mundo, ha sido, sin duda, un protagonista importante en el G-8. El año pasado, concurrí junto con la agrupación Global Unions a una reunión con el Primer Ministro en aquel tiempo, antes de la Cumbre del G-8 en Hokkaido. Desde entonces, en 14 meses, Japón tuvo tres nuevos Primeros Ministros. Esperamos, Sr. Presidente (Nakamura), que el nuevo gobierno que acaba de ocupar el poder, junto con el apoyo de NIKKYOSO y RENGO, marquen una gran diferencia. Pero en aquel entonces, en julio de 2008, los líderes del G-8 no prestaron atención a nuestras advertencias. La crisis estalló sólo un mes después. En esa ocasión, luego de las conversaciones con ustedes y sus colegas, también tuve la oportunidad de señalar que Japón no estaba cumpliendo el compromiso con respecto al presupuesto nacional para la educación, aunque la educación haya sido un factor clave en el milagro económico japonés entre los años cincuenta y noventa. En la actualidad, nos complace saber que el nuevo gobierno está abierto a atender la prioridad de NIKKYOSO sobre la educación de la persona en su conjunto y sobre un buen equilibrio entre el trabajo y la vida.

Ahora la crisis ha puesto a otras economías importantes de países asiáticos al frente de la escena mundial. Entre estos países, se encuentran India, Indonesia, Corea, Australia y China. Ya no es posible que sólo algunas economías grandes se reúnan por su cuenta en el G-8 para debatir los problemas que enfrenta todo el planeta. En la reunión del G-8 en Italia, en julio, también participaron los líderes de otros veinte países.

Estamos comenzando a avanzar en el tema de la educación. En Italia, los líderes del G-8, con el apoyo de otros veinte líderes, adoptaron y reiteraron los dos mensajes principales de la IE: la inversión en educación y en el desarrollo de competencias es fundamental para lograr una recuperación sostenible; y ratificamos el derecho a la educación para todos. Esto no sucedió por casualidad. Fue debido a la gran colaboración con nuestros socios de la coalición: Global Unions y la Campaña Mundial por la Educación.

Pero todos sabemos que existe una gran brecha entre las palabras y la acción. En enero, los directores del Banco Mundial y del FMI exigieron incentivos mundiales. Especialmente el director del FMI solicitó la inversión en servicios públicos, incluida la educación. "¡Maravilloso!", dijimos. Parecía que el FMI estaba cambiando. Pero como hemos mencionado repetidas veces, hay una gran contradicción entre los pedidos de estímulo a través del sector público que hacen los líderes del FMI y los límites en los presupuestos, incluidos los límites de salarios del sector público que se imponen sobre los países a través de las condiciones del FMI. En esta región, es el caso de Sri Lanka y Mongolia.

Ahora el G-20 se ha convertido en el centro de acción para los problemas financieros y económicos. El jueves, se anunció que la Cumbre del G-20 constituirá una nueva institución. Los 19 países y la Unión Europea en su conjunto representan el 85% del PIB mundial, el 80% del comercio mundial y dos tercios de la población mundial. De los 19 países, 6 se encuentran en esta región. La ASEAN también concurrirá.

A través de la agrupación Global Unions, hemos exhortado a los países del G-20 a que inviertan en un "Nuevo Trato Mundial" para los servicios del estado, que reconstruirá las economías sobre la sólida base de la educación primaria y secundaria, la formación profesional y la capacitación, así como también la educación superior y la investigación. Las copias de la Declaración de Global Unions están disponibles aquí en la Conferencia.

Colegas, me complace anunciarles hoy que el G-20 ha apoyado los Objetivos del Pacto Mundial para el Empleo de la OIT y ha reconocido la importancia del desarrollo de competencias para el crecimiento sostenible de la economía. El G-20 instó a la OIT a que convoque a sus integrantes para desarrollar una estrategia de capacitación basada en el empleo. A comienzos de 2010, se llevará a cabo en Estados Unidos una reunión de los Ministros de Trabajo del G-20 (estarán incluidos seis países de Asia y el Pacífico). Parte de la agenda estará dedicada a la educación y a la formación profesional, con altos funcionarios de la educación al frente de estos debates.

Factores políticos y sociales

También estamos conscientes de que no se puede mirar la crisis económica y financiera en forma aislada, sin tener en cuenta otros desafíos importantes. La crisis alimenticia ya está instalada entre nosotros en muchos países, especialmente en el sur de Asia y en el Pacífico, así como también en África y en América Central.

Todos hacemos frente al cambio climático, en especial, los países de tierras bajas y aquellos cercanos a los océanos Índico y Pacífico. La semana pasada, los líderes del mundo hablaron en una sesión especial de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Se tomaron compromisos importantes, no sólo por China e India. Existe un desafío enorme de combinar la recuperación económica con la protección de nuestro espacio vital: la biósfera terrestre. Ese problema también se trata en la Declaración de Global Unions.

Todas nuestras sociedades hacen frente al VIH/SIDA. La educación es la clave para combatir tanto la pandemia como la discriminación que se asocia a ella.

Otro grave problema social para nuestras comunidades es el continuo flagelo del trabajo infantil. Hace un año, la OIT informó que se habían logrado progresos. Pero la crisis puede echar para atrás ese progreso, especialmente para las niñas. Estamos trabajando con nuestros socios de Global Unions en las industrias textiles y en los sectores de agricultura, alimentación y turismo. Trabajamos junto con la Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil, nuestro socio en la CME. Mientras que muchas organizaciones miembros de la región de ustedes se involucran activamente en combatir el trabajo infantil, lamentablemente, algunas continúan teniendo dudas. En Asia Central, donde el trabajo infantil todavía parece ser un fenómeno patrocinado por el estado y donde, muchas veces, los maestros se ven obligados a enviar a los niños a los campos de algodón, esperamos que nuestras organizaciones miembros denuncien esta práctica intolerable. Tengo plena conciencia de los riesgos que supone confrontar a gobiernos (menos democráticos) que no respetan los derechos humanos y las normas de trabajo internacionales. Pero francamente, nuestro deber moral y democrático como sindicatos docentes independientes no nos deja otra salida más que desafiar a la autoridad pública o a las empresas privadas que niegan a los niños uno de sus derechos básicos, el derecho a la educación.

Sin embargo, otro problema de importancia fundamental en la región Asia-Pacífico es la migración. En una economía mundial, las personas simplemente cruzarán las fronteras nacionales, dentro de una región y en todo el mundo. Actualmente, ningún país puede levantar una barrera y pretender rechazar a personas de otros países, que traen con ellos sus propias culturas e identidades. El trabajo de larga tradición de la IE para crear puentes entre culturas hoy es más importante que nunca.

Derechos humanos y sindicales y justicia económica

Ustedes saben la importancia que la IE le da a la defensa de los derechos humanos y sindicales. Lo que ha quedado claro en la crisis actual es que el imperativo moral del respeto por los derechos de los trabajadores también tiene sentido para la recuperación sostenible. Porque las economías creadas sobre el poder adquisitivo de los consumidores son más sólidas que aquellas construidas sobre las deudas y las burbujas financieras. Los economistas de los sindicatos han demostrado que, además de los desequilibrios mundiales, el desequilibrio entre el poder de negociación y los ingresos de los empleadores y empleados fue un motivo importante de la crisis. Donde se menoscabaron las negociaciones colectivas, cayó el poder adquisitivo, lo que hizo que los empleados estuvieran financiados por la deuda. El mejor deseo para la recuperación sostenible es el restablecimiento del poder adquisitivo para las familias trabajadoras. Eso exige un poder de negociación real para los asalariados. La aplicación de las normas de trabajo internacionales de la OIT –el derecho a negociaciones colectivas y el derecho de formar sindicatos independientes– es parte de la solución.

Algunos gobiernos –para decirlo en términos educativos– aprenden lentamente. En el pasado reciente, tuvimos que recordarles a los gobiernos de Corea, Camboya, Taiwán y Fiyi que deben respetar nuestras libertades profesionales y las normas de trabajo básicas. El despido de Tevita Koroi, Presidente de la FTA y del Council of Pacific Education(COPE) por haber solicitado una campaña coordinada para devolverle a Fiyi el reglamento parlamentario, es un ejemplo de brutalidad gubernamental, no sólo por desatender las normas internacionales, sino también la propia legislación nacional. Hace dos semanas, hemos vuelto a recordarles a las autoridades de Fiyi [sus propias Leyes de Relaciones Laborales] así como también la jurisprudencia de la OIT que claramente establece: "La libertad de expresión de la que deben gozar los sindicatos y sus líderes también debe estar garantizada cuando éstos desean criticar la política económica y social del gobierno". Colegas, una cosa es despedir a una persona por ejercer derechos sindicales legítimos y otra muy distinta es enviarla a la cárcel o algo peor. Estamos muy preocupados por la situación de Birmania e Irán, en donde los sindicatos docentes son declarados ilegales. El año pasado, un joven docente y activista iraní, Farzad Kamangar, fue sentenciado a la pena de muerte por "poner en peligro la seguridad nacional" y "animadversión a Dios". Creemos que la campaña internacional que iniciamos el año pasado ha salvado a Farzad de la ejecución que, sin embargo, continúa pendiente.

Docentes de calidad para una educación de calidad

Colegas, para los educadores, nuestra referencia clave continúa siendo la Recomendación de la OIT y la UNESCO sobre la condición del personal docente, así como también la nueva Recomendación de la UNESCO sobre educación superior y las convenciones de la OIT. Este mes, se reunirá nuevamente El Comité de Expertos de la OIT y la UNESCO (CEART). La presentación de la IE ante ellos muestra cuán lejos estamos todavía de cumplir con las Recomendaciones sobre los objetivos profesionales y sindicales. El año pasado, los expertos del CEART viajaron a Japón. Sus recomendaciones fueron lo suficientemente claras. El punto de partida para ocuparse del personal docente de manera efectiva es establecer un diálogo social saludable con los sindicatos docentes. Espero que el nuevo gobierno de Japón acepte estas recomendaciones y las ponga en práctica.

Como dijimos en nuestro último Congreso Mundial, el problema de la contratación de docentes no calificados es uno de los retos más graves que enfrentamos como profesión. Demasiados gobiernos buscan la salida más fácil de contratar personas no calificadas y luego declarar que están logrando progresos hacia la Educación para Todos.

Colegas, debemos insistir, una y otra vez decimos: estamos aquí para lograr una educación de calidad para todos. Y la educación de calidad exige docentes de calidad. Ése será nuestro mensaje la próxima semana en el Día Mundial de los Docentes.

Y como decidimos en Berlín, ahora es el momento de incorporar a los miles de docentes no calificados al ámbito de nuestros sindicatos docentes ya existentes. Deben recibir apoyo. Debemos ayudarlos a que obtengan capacitación. Debemos defenderlos contra los salarios bajos y las condiciones de trabajo deficientes, que, de otra manera, arrastrarían los salarios y las condiciones de trabajos de todos.

Éste es el incentivo de nuestro proyecto principal de Educación de Calidad, llevado a cabo junto con Oxfam/Novib. Es el incentivo de nuestra defensa con el Banco Mundial, así como también con los otros organismos de la EPT, UNICEF, el PNUD y, por supuesto, la UNESCO. Nuestra delegación expondrá ese caso ante la Conferencia General de la UNESCO la semana próxima. También debo informarles que estos organismos están trabajando en estrecha colaboración con el sector privado. Por lo tanto, estamos llevando nuestra defensa de la educación de calidad y de docentes de calidad al Foro Económico Mundial (el FEM).

La UNESCO y el FEM tienen un acuerdo para promocionar las Asociaciones Multilaterales en Educación (AME), que unen al sector privado y a la sociedad civil para apoyar el objetivo de la EPT. La IE participa, con reservas. Hace dos semanas, nuestros funcionarios adoptaron el borrador de un Protocolo sobre la participación de la IE en las AME. Contribuiremos con un capítulo sobre Educadores profesionales para un Paquete de herramientas que será enviado por la UNESCO y el FEM a los Ministerios de Educación el próximo año.

Pero también hemos analizado en detalle la tendencia que existe hacia las Asociaciones Público Privadas (APP), muy fuerte en toda esta región. El grupo de trabajo conformado por el Consejo Ejecutivo después de nuestro Congreso Mundial ha preparado un informe muy importante sobre las APP en la educación. Ese informe demuestra que los gobiernos que tratan de ahorrar dinero a través de las APP en educación que están impulsadas por el comercio terminarán, la mayoría de las veces, perdiendo el dinero de los contribuyentes en lugar de ahorrarlo. Las empresas privadas se unen a estas APP por lo que pueden obtener de ellas. Los políticos que piensan de otra manera se engañan a sí mismos y a sus votantes. No hay un sustituto para la inversión pública en educación pública.

Esta batalla es la misma que continuamos luchando para mantener la educación pública fuera del AGCS y de otros acuerdos de comercio similares. El AGCS y las APP forman parte de la agenda neoliberal para reducir los servicios públicos. Esa agenda ha quedado muy golpeada por la crisis. Pero tomen nota de esto que les digo, colegas: esa agenda todavía tiene muchos seguidores que quieren volver al negocio, como siempre. Ése es el motivo por el que Global Unions, junto con la IE y la ISP a la cabeza, están convocando a una importante conferencia internacional en Ginebra el próximo año sobre «Una agenda global para servicios públicos de calidad». A medida que, se espera, salgamos de la crisis económica, debemos involucrarnos en la batalla de ideas, ya que ésta tendrá un impacto importante sobre la decisión política en todas nuestras comunidades.

Tuvimos la experiencia de gobiernos de esta región que intentaron desgastarnos, tratando de reducir la fortaleza de los sindicatos docentes, desde Japón a Corea, pasando por Australia. También, seamos honestos con nosotros mismos, le hemos dado ventaja a aquellos que se oponen a nuestro movimiento, al permitir que se produjeran demasiadas divisiones entre nosotros. Sin lugar a dudas, ése es un problema en todas las regiones. Es por eso que, durante el último Congreso Mundial de la IE en Berlín, nuestro Presidente saliente Thulas nos instó a que buscáramos formas de promover el objetivo constitucional de la IE de lograr la unidad en la profesión docente. Las circunstancias son específicas para cada país. Pero sí sabemos que en toda esta vasta y diversa región, ya sea en las economías más grandes, en las economías emergentes o en los países más pobres, podrían hacerse muchas cosas para crear sindicatos docentes más fuertes y más efectivos. Éste es un desafío importante para todos nosotros.

Invertir en educación

A la luz de la crisis económica y financiera mundial, el Consejo Ejecutivo de la IE cree que no es suficiente afirmar que debe defenderse el financiamiento en educación. Que no es suficiente resistir las presiones de los ministerios de finanzas así como también el complejo juego que llevan a cabo estos ministerios y organismos como el FMI, el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Asiático. A propósito de esto, el último informe sobre el Banco de Desarrollo Asiático señala que hay un repunte en marcha. Pero el Economista en Jefe del Banco de Desarrollo Asiático advirtió que la región continúa siendo vulnerable a la inestabilidad financiera. Debemos dar un mensaje claro de que la educación es parte de la solución, de que la educación no es un artículo de consumo, sino una inversión y de que la inversión en educación es la clave del futuro de todas las naciones. Tenemos el apoyo de un renombrado economista del Banco Mundial, el Sr. Ghani, que el 27 de julio expresó: "En comparación con el resto del mundo, el sur de Asia gasta muy poco dinero en educación, salud, caminos, energía y agua. Un gasto mayor y mejor, concentrándose más en la mejora de los resultados en infraestructura física y social y en las redes de seguridad, acelerará la recuperación en forma coherente con el crecimiento a largo plazo». Esto también significa invertir en docentes y personal de apoyo de calidad. Colegas, tenemos un argumento poderoso a favor de la inversión en educación y capacitación. Éste es el momento de que nuestras naciones desarrollen la formación profesional y la capacitación. Tal como lo expresaron nuestros colegas de Global Unions: "Durante una crisis, es el momento de aumentar las competencias". Debemos reafirmar que la inversión en los años de escolaridad primaria y secundaria es la inversión en la próxima generación, en el futuro de todas las naciones. Y déjenme agregar que la inversión en la educación de la primera infancia dará resultados, al ofrecerle a todos los niños un inicio equitativo y al permitirles a las mujeres volver al trabajo. También debemos hacer hincapié en la necesidad de renovar la inversión pública en nuestras instituciones de educación superior. Reconocidos economistas han calculado que cada dólar invertido en educación genera una ganancia del 8% al 12%.

Valores

Asimismo, existe un mensaje más profundo que se debe transmitir, que apunta a la experiencia de los países de la región. Es un mensaje sobre VALORES. Los valores de la educación pública son fundamentalmente los valores que respaldan la democracia así como también nuestra prosperidad. Abarcan los principios de equidad e igualdad de oportunidades, de no discriminación y de justicia social. Adoptan la responsabilidad colectiva así como también la libertad individual, la solidaridad y la oportunidad. Se basan en el respeto por los derechos humanos fundamentales. Éstos son los principios que deben impulsar nuestra acción.

Movilización

Debemos perseguir una estrategia de acción, que combine todas las fuerzas que tenemos a nuestra disposición. Debemos unir nuestra estrategia global, nuestro trabajo en toda la región Asia-Pacífico y su acción nacional. Debe existir un único hilo conductor de lo mundial a lo local. Para lograr el éxito, debemos combinar las ideas con las acciones en cada uno de estos niveles. Debemos combinar el trabajo de análisis, investigación y argumentos con las acciones, con la movilización.

Colegas, sabemos cómo movilizarnos. Los sindicatos docentes pueden ser muy efectivos. El desafío es que nosotros nos movilicemos de tal manera que potenciemos al máximo nuestro impacto sobre la decisión política. Para lograr eso en la actual economía mundial, repito, debemos unir nuestra defensa mundial en el FMI y el Banco Mundial, en la OIT y la UNESCO con nuestra acción local y nacional.

Hacemos eso en muchos países durante la Semana de Acción Mundial por la Educación para Todos. Lo haremos otra vez la semana próxima en el Día Mundial de los Docentes, el 5 de octubre. Ahora debemos aumentar nuestro nivel de movilización, no un día, sino todos los días.

Objetivos de Desarrollo del Milenio y Educación para Todos

Junto con nuestros aliados de la sociedad civil, hemos logrado mantener en la agenda los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en medio de la crisis. Pero la UNESCO nos advierte que el próximo Informe de seguimiento mostrará qué tan lejos estamos de lograr la Educación para Todos en el año 2015. Los gobiernos están exagerando su progreso al declarar los niños que se inscriben en las escuelas, aunque éstos no concurran. Asimismo, de acuerdo con la UNESCO, los recursos informados para lograr la EPT son más que los declarados previamente.

Debemos lograr que se lleven a cabo los compromisos del G-8 y el G-20 y de las Naciones Unidas en el ámbito nacional. Es aquí donde entran ustedes, los líderes de las naciones. La coherencia entre nuestra acción global y nuestra acción nacional es fundamental. Y debe ser un proceso en ambas direcciones.

La capacidad de actuar

La acción de la IE es la acción de ustedes. Las organizaciones miembros, ustedes, son la IE. Juntos debemos avanzar con:

  • Una visión clara de la educación y la sociedad
  • Argumentos poderosos para invertir en las personas
  • La capacidad de movilizarnos a escala global, regional, nacional y local
  • Una estrategia de propuestas para el bienestar de nuestras comunidades y naciones

El ex Director General de la UNESCO, Federico Mayor, en un artículo que escribió recientemente para el diario español El País, señaló que éste es el momento de que los ciudadanos actúen, que dejen de ser espectadores pasivos y que comiencen a participar de manera activa. Sólo entonces, escribió, los gobiernos serán auténticamente democráticos, actuando de acuerdo con la voluntad de sus ciudadanos, al tiempo que escuchan y respetan sus opiniones. El Dr. Mayor, que estuvo con nosotros en la fundación de la Internacional de la Educación en 1993, mencionó un elemento clave: la capacidad de actuar de los ciudadanos es más importante en tiempos de crisis.

¿Quién mejor para aceptar este desafío que los educadores? ¿Y quién más capacitado para ejercer el liderazgo que sindicalistas como ustedes? Nuestro desafío, compañeros y compañeras, es ejercer esa capacidad de actuar y brindar liderazgo, no sólo para nosotros mismos, sino para todas las comunidades en las que vivimos y trabajamos.

Gracias.