“El tiempo apremia para los 72 millones de niños sin escolarizar, para uno de cada cinco adultos que carece de las competencias básicas en lectura y escritura, y para el gran número de alumnos que salen de la escuela sin haber adquirido conocimientos y competencias prácticas esenciales”.
En el prólogo al Informe de seguimiento de la EPT en el mundo 2008, Koïchiro Matsuura, Director General de la UNESCO, no ha podido ser más claro. Cuando nos encontramos a medio camino de la fecha límite de 2015, no se puede negar el impacto positivo del “efecto Dakar”, pero queda mucho por hacer y hay que mantener los esfuerzos para alcanzar los seis objetivos relativos a la Educación Para Todos.
¿Cuáles han sido los principales avances desde 2000?
- El Informe, titulado Educación para Todos en 2015: ¿alcanzaremos la meta?, reconoce que los programas de atención y educación de la primera infancia mejoran la salud, la nutrición, el bienestar y el desarrollo cognitivo de los niños. Se compensan las desventajas y las desigualdades, y se logran mejores resultados en la escuela primaria. Lamentablemente, la educación y el cuidado integral de los niños menores de 3 años continúa siendo un área descuidada. Aunque las tasas de mortalidad infantil han disminuido, la mayoría de los países no adopta las medidas necesarias para proporcionar atención y educación a los niños menores de tres años.
- Se han logrado ciertos avances en el acceso a una educación primaria gratuita y obligatoria. El número de niños sin escolarizar se redujo de 96 a 72 millones entre 1999 y 2005. A pesar del aumento global de la escolarización, subsisten disparidades nacionales entre las regiones, las provincias y los estados federados, así como entre las zonas rurales y urbanas. Los niños pertenecientes a poblaciones indígenas se ven sistemáticamente desaventajados, al igual que los de medios sociales pobres, los discapacitados y los que viven en barriadas urbanas miserables.
- El objetivo de garantizar las necesidades de aprendizaje de los jóvenes y los adultos ha sido especialmente desatendido. Las encuestas en hogares muestran, no obstante, que la educación no formal constituye la vía principal para el aprendizaje de muchos jóvenes y adultos desfavorecidos en algunos de los países más pobres del mundo. Sin embargo, la financiación pública de los programas de educación no formal se sigue descuidando.
- La tasa de analfabetismo entre los adultos sigue siendo un grave problema. En el mundo hay 774 millones de adultos que carecen de competencias elementales en lectura, escritura y cálculo. Un 64% de ellos son mujeres y este porcentaje ha permanecido prácticamente inalterado desde principios del decenio de 1990. De los 101 países que todavía distan mucho de alcanzar la “alfabetización universal”, 72 no conseguirán, de aquí a 2015, reducir a la mitad sus tasas de analfabetismo de adultos.
- La igualdad entre los sexos sigue siendo difícil de alcanzar. La violencia sexual, los entornos escolares inseguros e instalaciones sanitarias inadecuadas tienen un impacto desproporcionado en la autoestima, la participación y la permanencia de las niñas en la escuela. Los libros de texto, los planes de estudio y los comportamientos de los docentes siguen contribuyendo a consolidar los estereotipos de ambos sexos en la sociedad. En 2005 sólo 59 de los países encuestados habían conseguido la paridad entre los sexos en primaria y secundaria, y sólo 18 países de los 113 que no lograron alcanzar el objetivo de la paridad entre los sexos en primaria y secundaria en 2005 tienen posibilidades de lograrla de aquí a 2015.
- Aún es necesario apoyar la calidad de la educación. Los índices de supervivencia en el último grado de primaria mejoraron entre 1999 y 2004 en la mayoría de países, pero se mantuvieron bajos en el África Subsahariana y en Asia Meridional y Occidental. En muchos países en desarrollo y estados frágiles son muy comunes las aulas en ruinas y atestadas de alumnos, así como la escasez de libros de texto y la insuficiencia del tiempo lectivo. De aquí a 2015 se necesitarán 18 millones de maestros suplementarios en todo el mundo para alcanzar la enseñanza primaria universal. Muchos gobiernos están contratando a maestros interinos para ahorrar en los costos y aumentar rápidamente el número de docentes, pero allí donde esos maestros no reciben una formación adecuada y no gozan de condiciones de trabajo apropiadas, este modo de proceder podría tener en el futuro repercusiones negativas en la calidad de la educación.
Permanezca atento al análisis de la IE sobre el Informe Mundial de Seguimiento, que será publicado en breve.
Para más información, visite http://portal.unesco.org/education/es.