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Internacional de la educación
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Nueva Zelanda: el porqué de la igualdad salarial de los educadores de la primera infancia

publicado 4 julio 2005 actualizado 4 julio 2005
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El 1 de julio, un millar de profesores de más de 170 centros educativos de primera infancia repartidos por toda Nueva Zelanda se acercaron un poco más a la consecución de la igualdad salarial con los docentes de primaria y secundaria. Son miembros del sindicato NZEI Te Riu Roa. Esta afiliada a la IE negoció el año pasado un convenio colectivo de trabajo que recoge un plan de incrementos salariales articulado en cuatro tramos y conducente al logro de la igualdad salarial con los docentes de centros escolares y de preescolar antes de julio de 2008. El 1 de julio de 2005, se hizo efectivo el primer incremento de los cuatro previstos.

Importancia de la educación de la primera infancia

Cabe preguntarse lo siguiente: la enseñanza impartida a un niño o una niña de tres años ¿reviste el mismo grado de importancia, exigencia y complejidad que la impartida a un alumno o una alumna de nueve o 17 años? ¿Tiene sentido que los profesores cualificados y acreditados de la primera infancia cobren lo mismo que los de primaria y secundaria?

Quienes opinan que a más edad más importancia y exigencia educativa dirán que no. Alegarán que el trabajo del docente se complica y adquiere más relevancia conforme el alumno se va acercando al mercado de trabajo o la educación superior. Abundan las pruebas que vienen a contradecir esta teoría.

Esta creencia pasa por alto el hecho de que la superación de los exámenes de fin de secundaria no es fruto exclusivo de la enseñanza impartida en el último curso, sino que viene determinada por la calidad de la educación proporcionada desde el primer momento en el centro educativo de primera infancia y posteriormente a lo largo de la enseñanza primaria y secundaria.

Los estudios muestran que el periodo crítico de desarrollo del cerebro se produce en los seis primeros años de vida. Es cuando la estimulación cerebral positiva sienta las bases de la capacidad de aprendizaje, aptitud lingüística e interacción del ser humano. Es pues fundamental cuidar la calidad de la educación impartida a los párvulos.

De una investigación llevada a cabo por Rand Corporation, foro de reflexión independiente y sin ánimo de lucro con sede en Los Ángeles (Estados Unidos), se desprende que los niños matriculados en programas educativos de calidad para la primera infancia acaban teniendo facultades intelectuales superiores y registran un desarrollo emocional y cognitivo excepcional.

Resultados confirmados por los estudios realizados por el Consejo neozelandés de investigación educativa. En el marco del proyecto Competent Children se está observando y estudiando el desarrollo a largo plazo de unos 500 niños. El estudio, puesto en marcha en 1993 con 500 niños que sin haber cumplido los cinco años estaban matriculados en centros de educación de la primera infancia, se dedica a medir sus competencias en 10 áreas específicas relacionadas con factores de aprendizaje.

El informe más reciente, publicado en agosto, recoge los resultados correspondientes a la edad de 12 años. Se observó lo siguiente: siete años después se siguen notando los efectos de la educación de la primera infancia en el nivel de matemáticas y comprensión escrita.

El proyecto norteamericano muestra que la calidad de la educación de la primera infancia es un factor determinante de rendimiento escolar. Se observa el crecimiento de la calidad de los centros, con el consiguiente incremento del porcentaje de personal cualificado y las consiguientes subidas salariales.

Así pues, las investigaciones vienen a corroborar la importancia de la oferta educativa de calidad para la primera infancia por cuanto brinda a los niños la oportunidad de desenvolverse mejor en el ámbito escolar y, más tarde, en la vida adulta.

Ahora bien, la enseñanza impartida a la primera infancia ¿reviste el mismo grado de exigencia y complejidad que la proporcionada desde los centros de primaria y secundaria?

Pues bien, los profesores de la primera infancia deben realizar las mismas tareas profesionales que sus compañeros de primaria y secundaria. Deben atenerse a un currículo nacional y llevar a cabo evaluaciones. Es más, a partir del 1 de enero del año próximo, los profesores que dirigen centros de primera infancia deberán cumplir los requisitos de cualificación y acreditación, y las normas profesionales de los docentes de primaria y secundaria. El gobierno ha establecido para 2012 el objetivo de cualificación y acreditación de todos los docentes que trabajan en centros dirigidos por profesores.

Nueva Zelanda fue el primer país que puso en marcha un plan de estudios nacional para la primera infancia, llamado Te Whariki. Cada elemento de Te Whariki se relaciona con el programa marco neozelandés, esto es, la declaración estratégica que contempla la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación en los centros de primaria y secundaria.

Al igual que sus homólogos de primaria y secundaria, los docentes de la primera infancia desarrollan planes de aprendizaje individuales para los alumnos de sus centros. Los objetivos se establecen de acuerdo con los resultados de aprendizaje en el marco de Te Whariki y se evalúa el rendimiento de los preescolares. Los maestros van registrando el trabajo de los párvulos con el mayor detalle posible de forma que puedan garantizar el seguimiento de la preescolaridad de los alumnos e informar a los padres sobre el desarrollo del programa educativo.

¿Algo así como la enseñanza primaria y secundaria? No nos quepa duda. Ahí está la investigación para demostrarlo. Los resultados de un estudio independiente de comparación entre docentes de preprimaria y primaria llevado a cabo en 1999 apuntan a que aquéllos obtienen una puntuación algo superior con respecto a los profesores de primaria en sus primeros años. La conclusión del informe reza así: “Los educadores de la primera infancia y de primaria, tanto si cuentan con varios años de experiencia como si no, tienen una carga de trabajo bastante parecida. Existe considerable solapamiento entre ambas áreas. Sin embargo, no pueden justificar diferencias salariales”.

Desde aquel informe, se ha logrado la igualdad de remuneración con el profesorado de enseñanza primaria y secundaria. El sindicato NZEI Te Riu Roa, que ya tenía en su haber la igualdad salarial de los docentes de primaria con los de secundaria conseguida en los años noventa, demostró, mediante un ejercicio de evaluación del trabajo, que los docentes de la primera infancia asumían tareas que, medidas en carga de trabajo y valor, guardaban proporción con las desempeñadas por sus compañeros.

La igualdad salarial ha llegado hasta un millar de profesionales que trabajan en centros comunitarios. De hecho, los maestros de jardines de infancia son funcionarios del Estado. NZEI Te Riu Roa está resuelto a lograr la igualdad salarial para el conjunto de los educadores de la primera infancia cualificados y acreditados. Manifiesta su satisfacción por el compromiso financiero del gobierno con la consecución de dicho objetivo para 2008.

“NZEI acata la inversión que está realizando el gobierno para lograr la igualdad salarial de los profesores del sector de primera infancia y ayudar a los centros educativos a contratar personal acreditado y cualificado. Los réditos serán evidentes en todo el país”, ha anunciado Colin Tarr, presidente nacional de NZEI Te Riu Roa.

Este artículo es un resumen de los artículos de prensa disponibles en la página web de NZEI Te Riu Roa. Para más información, póngase en contacto con NZEI Te Riu Roa a través de http://www.nzei.org.nz/