El recurso judicial de Esmail Abdi,el líder de la Tehran Teacher Trade Association, fue rechazado el 4 de febrero por la Cámara 33 del Tribunal Supremo, lo que conlleva que la pena de prisión vuelve a constituir una amenaza.
Esta decisión confirma las anteriores sentencias judiciales e implica la posibilidad de que Esmail Abdi podría verse obligado a cumplir la sentencia íntegra de seis años de prisión, que fue promulgada en noviembre de 2016.
Abdi y otros tres docentes sindicalistas iraníes ya habían sido injustamente detenidos en julio de 2015 con el fin de impedirles que asistieran al 7º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (EI), que se celebró en Ottawa, Canadá. Finalmente, Abdi fue puesto en libertad en mayo de 2016 tras llevar a cabo una huelga de hambre de 16 días y recibir el respaldo de masivas campañas internacionales.
La Internacional de la Educación ha denunciado los cargos imputados en contra de Abdi, especialmente una acusación por “reunirse y confabular contra la seguridad nacional”, al considerar que son injustos y que infringen las convenciones de los derechos humanos. Por otra parte, se ha lanzado una petición en línea en colaboración con la plataforma sindical LabourStart.
Las políticas neoliberales adoptadas en Irán han provocado una crisis del sistema educativo nacional y de las condiciones de vida de los docentes. Por otro lado, la privatización y la comercialización de la educación han deteriorado las bases de una educación equitativa y gratuita en el país. A numerosos estudiantes, sobre todo chicas, provenientes de familias de bajos ingresos que residen en zonas rurales y nómadas, se les ha prohibido prácticamente el acceso a la educación, y, algunos informes revelan que más de 3,5 millones de jóvenes no pueden asistir a la escuela.
La suma de todas estas cuestiones pone claramente de manifiesto cómo los docentes iraníes se han visto privados de sus derechos humanos y sindicales. Los salarios de los maestros con frecuencia se sitúan por debajo del umbral de pobreza. No obstante, incluso en tales condiciones de opresión, las manifestaciones y las huelgas llevadas a cabo por los docentes iraníes en todo el país estos últimos años muestran su firme determinación para lograr una reforma del sistema.