Con la Asamblea General de las Naciones Unidas como telón de fondo, la Internacional de la Educación tomó la iniciativa en el mayor escenario mundial para conmemorar los 50 años de la Recomendación de la OIT/UNESCO relativa a la situación del personal docente.
Con la reunión de los líderes de los ámbitos de la educación, la política y los negocios en la Ciudad de Nueva York, la IE se unió a la Fundación Varkey, la Iniciativa Mundial Clinton y la Institución Brookings para poner a los docentes en el punto de mira en la icónica Biblioteca Pública de Nueva York para conmemorar la ocasión, el 20 de septiembre.
“La Recomendación es mucho más que el texto impreso en la página. Es mayor que la suma de sus partes. En primer lugar, ratifica el papel transformador que desempeñan los docentes en la vida de los niños y sus familias, y en sus comunidades”, dijo el Secretario General de la IE, Fred van Leeuwen, en su discurso durante la celebración de la ceremonia de gala dedicada a los docentes. Bajo el lema ‘Los docentes son importantes’, citó la Recomendación para reafirmar su reconocimiento de “el papel esencial del personal docente en el progreso de la educación y la importancia de su contribución al desarrollo de la personalidad humana y de la sociedad moderna”.
Los Directores Generales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la UNESCO, Guy Ryder e Irina Bokova, junto con el ganador del Global Teacher Prize, Hanan Al Hroub, de Palestina, y la Presidenta de la IE, Susan Hopgood, se unieron a van Leeuwen en el estrado.
En los años transcurridos desde que la Recomendación fue adoptada en 1966, el mundo ha cambiado muchas veces. Pero a lo largo de estos años la importancia de los docentes se ha mantenido constante, y es por este motivo que la Internacional de la Educación (IE) no está celebrando su 50º aniversario como un monumento al pasado, sino más bien por el valor y la importancia de sus ideas sobre la educación y la profesión docente para el presente y para el futuro.
“Ser docente conlleva un propósito moral, un compromiso para marcar una diferencia positiva en las vidas de los jóvenes. Y ese compromiso se manifiesta plenamente cada día en todo el mundo”, dijo van Leeuwen ante un público de 250 personas, entre las que se encontraban los ex primeros ministros de Australia y Grecia, Julia Gillard y George Papandréu.
En la Recomendación de 1966, así como en la Recomendación de la UNESCO de 1997 relativa a la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior, se establece un amplio conjunto de principios así como una serie de prácticas específicas. La segunda Recomendación abarca algunos ámbitos de la primera, pero proporciona mayores detalles sobre cuestiones relativas a la libertad académica y hace referencia a la gobernanza, la autonomía y a otros temas de especial preocupación para el personal de la enseñanza superior. Las Recomendaciones no crean divisiones entre los asuntos “sindicales” y “profesionales”. Ambas están relacionadas con la situación del personal docente, dependen de que los docentes disfruten de reconocimiento y representación, y determinan en gran medida la calidad del aprendizaje.
En su discurso de clausura, Susan Hopgood recordó a los participantes “lo esenciales que son nuestras escuelas para el bien público. Para nuestros pueblos, ciudades y países, constituyen la fuente de nuestros valores colectivos. Son los motores de nuestros principios democráticos. Y ahora ha llegado el momento en que debemos reinvertir nuestros esfuerzos y nuestros recursos financieros para hacer que la educación pública sea la primera y más firme opción para nuestros hijos y para nuestras sociedades”.
Al principio del día, los líderes del Consejo Ejecutivo de la IE participaron en un taller práctico intensivo en torno a la Recomendación, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las repercusiones de la crisis de los refugiados en la educación.
A tan solo dos semanas del Día Mundial de los Docentes, la IE tiene previsto mantener centrada la atención en la celebración del aniversario de la Recomendación para hacer saber a los gobiernos que la inversión en la educación pública no puede ser subestimada y debe incrementarse en lugar de ser privatizada por los actores corporativos.