Abdolreza Ghanbari y Ali Akbar Baghani, miembros de la Asociación Sindical Iraní de Docentes, por los que la Internacional de la Educación lanzó una campaña de solidaridad, han sido puestos en libertad. Ghanbari llevaba dos años esperando ser ejecutado antes de que su sentencia fuera conmutada por 15 años de prisión.
La Internacional de la Educación (IE) había lanzado una campaña incesante para la puesta en libertad de Abdolreza Ghanbari, un profesor de 45 años de la Universidad de Payam e Nour. Fue detenido en enero de 2010 y acusado de ‘Moharebeh’ (odio a Dios) por supuestamente recibir correos electrónicos no solicitados de un grupo armado opositor al que no pertenece.
Forzado a confesar
Mineras se encontraba detenido en la prisión Evin, el profesor Ghanbari fue interrogado durante 25 días consecutivos y forzado a confesar ser culpable de los cargos no probados que se le imputaban. Ghanbari fue juzgado y sentenciado a pena de muerte de manera injusta por el Tribunal Revolucionario de Teherán. La sentencia fue confirmada en la apelación y su petición de perdón había sido rechazada en febrero 2012 por la Comisión de Justicia.
En junio de 2013, el Tribunal Revolucionario de Teherán revisó el caso de Ghanbari y lo condenó a 15 años de cárcel y exilio en Borazjan, en el sur de Irán, conmutando así la pena de muerte.
Detención arbitraria
Ali Akbar Baghani, junto con Mohammad Beheshti Langeroudi, fueron citados el 24 de abril de 2010 en la Oficina de Investigación del Ministerio de Información de Teherán. Cinco días después, sus casas fueron asaltadas y registradas por agentes secretos y posteriormente ambos fueron detenidos, sin que se proporcionara información sobre su paradero ni la base jurídica para la detención.
La Internacional de la Educación también lamenta que otros/as docentes sindicalistas iraníes todavía sigan en prisión. Este es el caso de Mohammad Beheshti Langeroudi, así como Esmail Abdi, dirigente de la sección de Teherán de la Asociación Sindical Iraní de Docentes, condenado injustamente a seis años de cárcel por el Tribunal Revolucionario Islámico de Irán.
Puede firmar aquí una campaña de LabourStart para instar a las autoridades públicas de Irán a poner en libertad a Esmail Abdi.