Los estudiantes deben considerarse seres holísticos y, por tanto, debe tenerse más en cuenta el impacto de su estado de salud en su educación. Este fue el mensaje clave que la Internacional de la Educación destacó en la 60ª Conferencia de la Sociedad de Educación Comparada e Internacional.
La Conferencia de la Sociedad de Educación Comparada e Internacional (CIES) se ha celebrado en Vancouver, British Columbia, Canadá del 6 al 10 de marzo.
«Las políticas sanitarias y sociales deben adaptarse, forjarse e integrarse en las políticas, los procesos y las prácticas de los sistemas educativos», dijo el Coordinador de Investigación de la Internacional de la Educación (IE) Martin Henry. Martin dirigió un taller el 6 de marzo sobre la Promoción y el desarrollo de la salud en la escuela en el s. XXI: comparación del progreso en los comportamientos, los programas, los contextos y las capacidades.
El tema de la conferencia era “Six decades of comparative and international education: taking stock and looking forward” (Seis décadas de educación comparativa e internacional: evaluación y pasos futuros). La CIES fue fundada en 1956 para fomentar el entendimiento intercultural, la escolaridad, los resultados escolares y el desarrollo social a través de un estudio internacional de ideas, sistemas y prácticas educativas.
Enfoque integral
«La OCDE y la UNESCO son cada vez más claras con respecto de la necesidad de aplicar un enfoque integral del niño en la educación, y la educación sanitaria es fundamental en el proceso», dijo Henry.
«Una educación de calidad es aquella que se centra en el niño como un todo y lo prepara para la vida, no para los exámenes». Esta es la definición pronunciada por la IE y la Asociación para la Supervisión y el Desarrollo Curricular (ASCD). Está basada en tres pilares claves defendidos por la IE: garantizar el acceso a docentes de calidad, proporcionar herramientas de aprendizaje y desarrollo profesional de calidad, y establecer entornos seguros y favorables para un aprendizaje de calidad.
Henry recordó a los asistentes la demanda de la IE y la ASCD de una definición clara de educación de calidad que sitúe las necesidades del niño en un lugar central. Así se establece en la declaración conjunta publicada el 17 de febrero por la IE y la ASCD, una comunidad global dedicada a la excelencia en el aprendizaje y la enseñanza. El Coordinador de la IE también hizo referencia a los enfoques maoríes en materia de bienestar: «Lo que aprendemos de la cultura Maorí tiene un mensaje global: es inútil diseccionar al niño en un cerebro, un cuerpo, un sentimiento y un contexto social».
Cultura maorí
«Al igual que en la cultura maorí, la IE considera que existen vínculos entre la política curricular en materia de salud y el mundo de la educación», añadió Henry. «Si queremos tener futuros sostenibles, la salud, el niño como un todo, la educación de calidad, el bienestar (para los estudiantes y los docentes) y la conectividad comunitaria son factores fundamentales», dijo.
«Hoy, domina la tendencia a reducir la salud a las preocupaciones sobre la obesidad y la imagen física», señaló. «Pero la salud va mucho más allá de la imagen física, es la hauora—un concepto y una filosofía maorí de Nueva Zelanda», dijo.
Actitud positiva
Por tanto, según Henry, la actitud y los valores tienen una importancia fundamental: una actitud positiva y responsable por parte de los estudiantes para su propio bienestar; el respeto, el cariño y la preocupación por otras personas y por el entorno; y el sentido de la justicia social. «Fomentar la salud es un proceso que ayuda a desarrollar y mantener entornos físicos y emocionales favorables y que involucra a los estudiantes en acciones personales y colectivas», explicó.
Durante el taller se debatió la promoción de la salud basada en la escuela y asociada a la escuela, la ayuda humanitaria y de emergencia, los programas de desarrollo sostenible social y en materia de seguridad e igualdad, todos ellos fundamentales para el papel social de la educación en todo el mundo durante décadas.