Un nuevo informe ha revelado que las escuelas australianas carecen de los fondos necesarios para responder a las necesidades de una creciente población estudiantil, y las personas que resultan especialmente afectadas y abandonadas son las que provienen de entornos desfavorecidos.
El informe, publicado por el Mitchell Institute de la Universidad australiana de Victoria y titulado Educational opportunity in Australia 2015: Who succeeds and who misses out(La oferta educativa en Australia en 2015: quién triunfa y quién sale perdiendo), proporciona sólidas pruebas que vinculan los entornos desfavorecidos con las dificultades en la escuela y en la vida.
L a investigación demuestra que, debido a unos recursos financieros que resultan insuficientes para responder a las necesidades de los niños desfavorecidos, un niño de cada cinco empieza su educación careciendo de las habilidades necesarias para lograr el éxito académico. El informe también ha puesto de manifiesto el hecho de que los estudiantes de los entornos más pobres tienen el doble de probabilidades de no alcanzar los parámetros de referencia durante la escuela primaria.
El Australian Education Union (AEU) sostiene que dicho informe constituye la prueba evidente de que se necesita una financiación más significativa en la educación pública, como se recomienda en el Informe Gonski.
“El informe sostiene que el sistema escolar funciona para la mayoría de los estudiantes, puesto que la mayoría termina la educación escolar y posteriormente entra en la vida activa, pero destaca también que un preocupante elevado número de estudiantes desfavorecidos no lo consigue”, declaró la presidenta del AEU, Correna Haythorpe. “Sabemos que los centros escolares que ya han recibido fondos Gonski los están utilizando para cambiar la situación de sus alumnos”.
Según los resultados de dicho informe, solo el 60 por ciento de los estudiantes más desfavorecidos termina la educación secundaria, mientras que los que provienen de los entornos más acaudalados la terminan en un porcentaje del 89 por ciento. En el caso de los estudiantes autóctonos, la situación es mucho peor. El estudio reveló que solo el 42 por ciento de los estudiantes aborígenes del continente australiano terminó sus estudios secundarios a tiempo.
Haythorpe afirma que ahora corresponde al actual primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, anular los devastadores recortes presupuestarios impuestos por su predecesor, Tony Abbott, con el fin de fomentar la calidad de la educación para todos los estudiantes.