La Internacional de la Educación (IE) debe trabajar y trabajará para garantizar el acceso a la educación de los niños desplazados, según lo acordado en el Séptimo Congreso Mundial de la IE celebrado en Ottawa, Canadá.
A finales de 2014 había en el mundo 60 millones de desplazados. Graham Dawson, de la Asociación Nacional de Sindicatos de Mujeres Docentes Directoras (NASUWT/Reino Unido) presentó estas estadísticas de la ONU en el Congreso y se propuso una resolución sobre el derecho a la educación para niños desplazados, refugiados y apátridas. Incidió en la grave situación por la que pasan los refugiados de Irak, Siria, Oriente Medio, el norte de África y otras zonas; además, afirmó que «no debemos dejar que luchen solos».
Determinación
La Resolución destaca la determinación del Congreso de apoyar a las organizaciones miembro de países que acogen a grandes cantidades de niños refugiados y desplazados. También confirma la disposición del Congreso para presionar a los agentes nacionales e internacionales de modo que den prioridad al apoyo económico de la educación de los refugiados y desplazados internos.
Un trato inaceptable
Michael Thomson, del Sindicato Nacional de Educación (NTEU, Australia), afirmó que «el trato que se da a los refugiados es inaceptable» y que, desde los sindicatos, se debe trabajar para acabar con este «tratamiento inhumano hacia los niños».
La IE debería poner en marcha un protocolo adicional que declare a los causantes de las guerras responsables también de la educación, indicó Jean Kamdem, de la Federación de sindicatos de enseñanza e investigación (FESER/Camerún). Este hecho promovería la educación pública de calidad para todos, así como la educación en zonas de conflicto, afirmó.
También aportaron su vision al debate Michelle Olivier, SNUIPP-FSU (Francia), Rose Therese Magalie Georges, CNEH (Haití), Stephanie Ly, AFT (Estados Unidos), Aurelia Sarasin, SNES-FSU (Francia) y Abdelaziz Iouy, SNE-FDT (Marruecos).