Desarrollar unos entornos escolares colaborativos que empoderen a los docentes para crear unas comunidades de aprendizaje fuertes – este es el mensaje que van a transmitir los sindicatos de docentes con ocasión de la 5ª Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente que se celebrará en Banff, Canadá.
Los sindicatos docentes se preparan para la inauguración de la Cumbre
Ayer en Banff, Alberta, Canadá, en la víspera de la 5ª Cumbre Internacional sobre la Profesión Docente (ISTP), los delegados de sindicatos docentes de todo el mundo pudieron conocer de primera mano lo que es realmente el liderazgo docente.
“La defensa de los intereses propios contempla unas relaciones de poder igualitarias entre docentes y gobiernos”, expresó John Bangs, Consultor Principal de la Internacional de la Educación (IE), hablando del papel fundamental de la colaboración entre docentes a la hora de hacer de esta profesión una fuerza con la que hay que contar.
Bangs, junto con Linda Darling-Hammond de la Universidad de Stanford, ayudó a los delegados de los sindicatos de docentes a prepararse, arrancando con una sesión informativa detallada sobre los principales temas que figuran en el programa de la ISTP de este año: promover el liderazgo efectivo, fomentar la valoración y la autoestima de los docentes, y la innovación en las aulas de hoy en día.
Además de Bangs y Darling-Hammond, el panel de expertos de la IE estaba compuesto por la Presidenta Susan Hopgood, el Secretario General Fred van Leeuwen y el Secretario General Adjunto David Edwards.
Los ecosistemas educativos necesitan una profesión docente fuerte y segura de sí misma
El equipo de la IE hizo hincapié en que la colaboración entre docentes es clave para consolidar la profesión, tanto en el aula como en el marco de las negociaciones con los gobiernos.
“Sin la participación activa de los docentes y sus sindicatos en la política educativa, ninguna reforma educativa podrá llegar muy lejos”, afirmó van Leeuwen, que tomará la palabra durante la inauguración de la Cumbre el domingo.
Darling-Hammond precisó que la colaboración entre docentes proporciona a los educadores la oportunidad de ejercer una influencia directa en sus propias carreras profesionales, particularmente en el ámbito de la formación.
En cuanto al asesoramiento, la célebre catedrática de Stanford añadió que “la evidencia deja bastante claro” que se trata de algo a lo que los docentes – sobre todo los que comienzan su carrera profesional – aspiran.
“Un asesoramiento de calidad en el aula por parte de un instructor” es una ayuda sumamente interesante para los nuevos profesores, dijo, añadiendo que la presencia de docentes experimentados para orientar a los nuevos maestros es un importante punto positivo.
“Si suponemos que todos los niños pueden aprender, entonces ¿por qué no suponer igualmente que todos los docentes también pueden?”, planteó Edwards, que criticó además el daño que causan los contratos temporales.
“La precarización no es un término precisamente seductor”, dijo, pero los contratos temporales de los docentes socavan la colaboración y, en última instancia, la profesionalización.
El tamaño importa
No hubo debate alguno cuando se abordó la cuestión del tamaño de las clases, y concretamente las presiones que los docentes tienen que afrontar.
Bangs fue claro y contundente al advertir de que “las clases con un gran número de alumnos producen verdadero agotamiento… y al final no habrá suficientes docentes”.
Darling-Hammond, que añadió que es erróneo decir que el tamaño de las clases no importa, amplió el debate planteando la cuestión de cómo está por lo general considerada la profesión docente, señalando el hecho de que menos de una tercera parte de los docentes considera que su profesión está bien valorada.
La Cumbre, que comienza oficialmente el domingo 29 de marzo, reunirá a ministros, sindicatos, organizaciones y expertos de la educación del mundo entero.