Las voces de 30 millones de docentes son difíciles de ignorar, especialmente después de que ayer hicieran un llamamiento ante la ONU en Nueva York para asegurarse de que la educación de calidad sigue siendo una auténtica prioridad.
La Internacional de la Educación (IE) iba en serio cuando se embarcó en su gira de culminación de la campaña mundial Unámonos por la educación pública hace dos semanas. Después de haber visitado cinco ciudades en cinco continentes, la IE se desplazó a Nueva York esta semana para la Asamblea General de las Naciones Unidas, e inscribir así los tres pilares de la educación de calidad (docentes de calidad, herramientas y recursos de calidad y entornos de calidad) en la agenda mundial.
La declaración más contundente se realizó el jueves, cuando la presidenta de la IE, Susan Hopgood, el Secretario General, Fred van Leeuwen, y siete docentes de distintas partes del mundo presentaron a la asesora especial del Secretario General para la planificación del desarrollo post-2015, la nigeriana Amina J. Mohammed, un portafolios de madera hecho a mano para marcar el final de la campaña y urgir a que la educación figure en la lista de los objetivos de desarrollo post-2015.
La caja, fabricada con madera de cerezo y arce, constituye un mensaje de los más de 30 millones de docentes representados por la IE y sus 400 organizaciones miembro al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, con el fin de exhortarle a que se asegure de que la educación es un objetivo en sí mismo de la agenda de desarrollo post-2015. Además de una carta abierta de la Presidenta de la IE al Secretario General, la caja contenía un Informe de la encuesta de docentes sobre la Educación para Todos (EPT) y una copia en DVD del documental, Day in the Life, que presenta las vidas de los docentes de distintas partes del mundo.