Las expectativas se han superado con creces hoy en Bruselas con los históricos compromisos económicos que se han alcanzado para financiar la educación en los países más pobres del mundo y que ayudarán a proporcionar una educación de calidad a millones de niños.
Durante lo que se podría considerar como un crisol del mundo de la política educativa, políticos, organizaciones de la sociedad civil y organizaciones internacionales se reunieron en el corazón de Bélgica los pasados 25 y 26 de junio para la segunda Conferencia de Reposición de Fondos de la Alianza Mundial por la Educación (GPE) con la esperanza de aumentar el modesto objetivo post-2015 de 3,5 mil millones de dólares.
"Este extraordinario resultado es un voto de confianza en favor de la educación para mejorar las vidas de millones de niños, y un tributo a un visionario liderazgo en nuestros países socios - tanto donantes como socios de países en desarrollo", dijo Julia Gillard, Presidenta del Consejo de la GPE y antigua Primera Ministra australiana. "Ninguna otra organización tiene una estructura de asociación que haya conseguido unos fondos tan sustanciales de los países en desarrollo".
Una gran parte de la cantidad récord procedía de la promesa de 27 países en desarrollo de incrementar su inversión en la educación en 26 mil millones de dólares a lo largo de los tres próximos años, un 25% más que en la actualidad. Otros 2,1 mil millones procedían de contrapartes europeos, Suecia, Noruega, Dinamarca y el Reino Unido.
La Internacional de la Educación atribuye a los docentes el papel de protagonistas
"Los docentes son absolutamente claves para la educación de calidad". Este fue el mensaje que el Secretario General de la Internacional de la Educación, Fred van Leeuwen, dijo alto y claro, despejando así cualquier duda sobre la importancia de los docentes para crear una educación de calidad. La Internacional de la Educación (IE) también hizo su promesa a la GPE.
En su promesa en nombre de la IE, van Leeuwen hizo un compromiso anual de 2 millones de euros de 2015 a 2018 para ayudar a los sindicatos de la educación de todo el mundo, con especial énfasis en aquellos de los países de la GPE, con vistas a
- Establecer diálogos sociales y profesionales con sus autoridades públicas;
- Elevar los estándares profesionales y detener las tendencias de la desprofesionalización;
- Eliminar las barreras al acceso, como el trabajo infantil, el matrimonio infantil, las matrículas escolares y la falta de personal docente profesional;
- Establecer asociaciones con organizaciones de la sociedad civil, internacionales y del sector privado para apoyar los objetivos de la EPT, e interrumpir aquellas que creen nuevas barreras o alimenten la desprofesionalización.
Asimismo, la Internacional de la Educación se comprometió a:
- Mejorar la igualdad de género en la educación, incluida la consecución de la igualdad de género en la escuela primaria y secundaria;
- Mejorar los resultados de aprendizaje, incluidos los índices de alfabetización en el 3º curso;
- Reforzar el apoyo al desarrollo de la educación en estados frágiles y las jurisdicciones que se encuentren rezagadas con respecto de la consecución de los objetivos de la EPT;
- Como miembro de la Coalición de Emergencia para una Acción Mundial por la Educación, proporcionar apoyo adicional a los docentes y sus organizaciones en Haití, Líbano, Pakistán y Nigeria.
Más temprano ese mismo día, cuando los dirigentes entraron en la "sala de compromisos" para confirmar su apoyo a la GPE, los debates paralelos de expertos se centraron en todos los temas educativos claves. Durante el debate "Empoderar a los Docentes", van Leeuwen no se demoró en señalar por dónde empezar.
"Primero, tenemos que escucharles, consultarles y comprometernos con ellos en sus reformas", dijo sobre involucrar a los docentes en el proceso de toma de decisiones. "Cuando se habla con los docentes, se habla con la profesión docente".
En vista de los miles de millones de dólares asignados a la educación para el próximo futuro, el trabajo de la IE seguirá garantizando que la educación encuentre su lugar como uno de los Objetivos de Desarrollo Post-2015 de las Naciones Unidas, que determinarán las prioridades de desarrollo a nivel mundial hasta 2030.