Las afiliadas alemanas a la IE, Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW) y Verband Bildung und Erziehung (VBE), junto con Grundschulverband (GSV), han criticado el VERgleichsArbeiten (VerA), modelo de estudios comparativos del desempeño de los alumnos entre tercero de Primaria y segundo de Secundaria.
Los estudios comparativos se diseñan siguiendo pruebas exhaustivas realizadas en función de la edad de los alumnos. VerA consiste en estudiar a nivel de país y en un determinado momento las habilidades adquiridas por los estudiantes, sin importar el entorno sociocultural. Este modelo de seguimiento educativo tiene como finalidad apoyar la orientación de competencias y, con ello, reforzar el sistema educativo. La próxima ronda de pruebas VerA comenzará el 13 de mayo.
Alto a la avalancha de pruebas escolares
“Lo que necesita la escuela no es Testeritis, sino apoyo”, coinciden los sindicatos en un comunicado de prensa conjunto publicado el 5 de mayo. “VerA va en contra de la integración. Los estudios comparativos a nivel nacional lo que hacen es acentuar la presión sobre el alumno. No sólo suponen un lastre para docentes y alumnos por igual, sino que además no se promueve la integración”.
“La escuela es un lugar de aprendizaje y convivencia, capaz de crear un entorno que proporciona a niños y jóvenes una educación integral y las mejores oportunidades de desarrollo. De ahí que la calidad no se pueda reducir a la medición normalizada de resultados”, se insiste en el documento.
GEW: la eficacia de las pruebas, sin probar
A Marlis Tepe, presidenta de GEW, no le convence el valor que puedan tener las pruebas normalizadas. “Aún desconocemos cómo, o si, funcionan las medidas de garantía de calidad, a pesar de la cantidad de dinero que se está gastando en ello”, dice.
“Se echa en falta una investigación independiente del impacto de VerA en la mejora de la calidad escolar", agrega Tepe. “Eso si, VerA le da mucho trabajo al profesorado. Ahora bien, la abundancia de datos en nada contribuye a desarrollar unos marcos de apoyo significativo en el entorno escolar”.
Un reciente estudio piloto de GEW indica que más del 70% de los docentes no ve beneficio práctico alguno en los estudios VerA. La utilización de resultados en los procesos de desarrollo escolar no llega ni a la mitad, según los datos de encuesta.
VBE: repercusión negativa en la calidad de la educación
En la misma línea crítica, el presidente nacional de VBE, Udo Beckmann, advierte lo siguiente: “VerA lo que hace es cercenar la misión educativa de los centros escolares. No basta con medir resultados en dos asignaturas para formular conceptos fundamentales sobre desarrollo escolar y los resultados de las pruebas, al prescindir de la situación propia de cada escuela, pueden llegar a desanimar a la comunidad docente”.
Hasta la fecha no se ha observado un impacto significativo de las pruebas VerA en las condiciones de trabajo de la plantilla, la oferta de apoyo individual a alumnos o la determinación de oportunidades de formación para los compañeros, según explica.
A Beckmann le parece “paradójica” la carga de trabajo extra que conlleva VerA, malgastándose unos recursos que, mejor invertidos, servirían para desarrollar currículos y centros escolares.
IE: dar voz a los docentes
“El profesorado y sus representantes sindicales deberían tener voz en cómo se evalúan su trabajo y el desempeño de los alumnos y los centros escolares”, ha afirmado Fred van Leeuwen, secretario general de la IE. “Está claro que la garantía de calidad es importante. Como también lo es que los métodos de evaluación no perjudiquen a la calidad de las actividades de docencia y aprendizaje”.