Según informes de los medios de comunicación de ayer, al menos 28 estudiantes y un docente fueron asesinados cuando una granada de mortero alcanzó la escuela Batiha, en el campamento al-Wafidin, una comunidad de unos 25.000 desplazados/as a unos veinte kilómetros al noreste de la capital.
Los informes dicen que la agencia oficial de noticias en Siria, Sana, acusó a fuerzas rebeldes sirias del ataque, mientras que las fuerzas rebeldes culparon a las fuerzas del Gobierno.
“La Internacional de la Educación condena de la forma más rotunda posible el bombardeo de ayer a una escuela cercana a Damasco”, declaró el Secretario General de la IE, Fred van Leeuwen. “Las escuelas deberían ser lugares seguros donde estudiantes y docentes puedan evitar la violencia que asola sus comunidades.”
Van Leeuwen continuó su declarando “Desde que comenzó la violencia en Siria, las escuelas han sido objetivos de actos de vandalismo, saqueos e incendios, lo cual es totalmente reprensible. Las escuelas deberían ser santuarios seguros para los/las estudiantes y los/las que trabajan en ellas.”
Desde que las protestas, que comenzaron hace 21 meses contra el Presidente Bashar al-Assad y su gobierno, se convirtieran en revueltas violentas en respuesta a la ofensiva gubernamental, Siria se ha visto desbordada por un vicioso círculo de violencia.
La inmensa mayoría de los 20.000 o más asesinados en el conflicto han sido civiles, mientras que más de 2 millones y medio de sirios han necesitado asistencia humanitaria y casi medio millón han abandonado su país para buscar asilo en países vecinos.
La IE está haciendo un llamamiento a las organizaciones afiliadas para que pidan a sus gobiernos que presenten observaciones tanto al Gobierno sirio como a las fuerzas rebeldes, exigiendo la exclusión de los ataques violentos de las escuelas y demás instituciones educativas, y para que pidan asimismo a las Naciones Unidas una intervención efectiva para acabar inmediatamente con la violencia y la crisis humanitaria que ésta ha originado.