El Consejo Ejecutivo de la Canadian Teachers' Federation (CTF) ha hecho suya la decisión del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de investigar los asesinatos y desapariciones de mujeres y niñas aborígenes en Canadá.
El 13 de diciembre de 2011, el Comité Permanente sobre la Condición de la Mujer de la Cámara de Comunes publicaría su informe final sobre la violencia contra las mujeres aborígenes, sin tener en cuenta en absoluto la información proporcionada por las mujeres que comparecieron ante la asamblea. Como tampoco se planteó seriamente las propuestas de resolución de los problemas sistémicos que afectan a las mujeres aborígenes.
No sólo eso, sino que, aun siendo Canadá uno de los países firmantes de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, del texto final se suprimieron la obligación de Canadá de respetar los derechos enumerados y toda referencia a dicha declaración. Así las cosas, la Native Women’s Association of Canada (NWAC) y la Canadian Feminist Alliance for International Action (FAFIA) solicitaron al CEDAW que investigara el asunto.
En 2010, la NWAC era autora de la única investigación que aportara pruebas de la desaparición y muerte de 582 mujeres y niñas aborígenes en todo el país en las últimas décadas; 393 murieron asesinadas o como resultado de negligencia y 115 siguen desaparecidas. En 2004, el número de denuncias por violencia, doméstica y sexual, entre mujeres aborígenes resultó ser 3,5 veces superior al de denuncias de mujeres no aborígenes.
Según se indica en el informe de Amnistía Internacional de 2009 Follow up to the concluding observations of the United Nations Committee on the Elimination of Discrimination against Women (Canada) (Seguimiento en Canadá de las observaciones finales del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer), no existe un conjunto completo de estadísticas nacionales.
Los estudios han observado reiteradamente que la violencia contra las mujeres de las Primeras Naciones, inuit y métis se da con mucha más frecuencia y gravedad que contra otras mujeres en Canadá. De hecho, en 1996, ya se indicaba en un informe gubernamental que las mujeres indígenas, conforme a la Ley India, con edades comprendidas entre los 25 y 44 años tenían cinco veces más probabilidades de fallecer por muerte violenta.
El anuncio de la investigación realizado el 14 de diciembre de 2011 fue recibido con entusiasmo por grupos de mujeres en todo Canadá, entre ellos CTF, afiliada de la IE.
La presidenta del Grupo de trabajo sobre pueblos indígenas de la IE, Darcel Russel, de AEU (Australia), resaltó: “La Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial establecen una serie de derechos, libertades y garantías especiales para las mujeres indígenas. Exhortamos al gobierno canadiense a velar por que se aporten las respuestas adecuadas y se adopten las medidas necesarias para hacer frente a los problemas sistémicos que afectan a las mujeres y niñas indígenas”.
El informe completo de NWAC Voices of Our Sisters In Spirit: A Research and Policy Report to Families and Communities puede descargarse aquí