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Internacional de la educación
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Francia: los sindicatos se oponen al plan del Gobierno de examinar a los alumnos de preescolar

publicado 17 octubre 2011 actualizado 24 octubre 2011
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Las afiliadas francesas de la IE, SE-UNSA y SNUIPP, han condenado un plan del Gobierno para pedir a los docentes que hagan pruebas a niños de incluso cinco años para examinar su comportamiento y capacidades de aprendizaje.

El Gobierno quiere clasificar a los alumnos en una de las tres categorías: nada que observar, riesgo y alto riesgo. La evaluación de los niños se basaría en cuatro aptitudes: comportamiento en la escuela, lenguaje, movilidad y fonología (conciencia de sonidos individuales).

Según el Ministerio de Educación, esta evaluación será una “herramienta de identificación” para alumnos de preescolar que “muestren indicios de plantear un riesgo para el aprendizaje”. Se supone que tiene que “identificar las necesidades de cada alumno como preparación para la educación primaria”.

Un portavoz de SE-UNSA rechazó la propuesta diciendo: “No tienen siquiera seis años y ya los están estigmatizando con que representan un riesgo, o incluso un alto riesgo”.

El sindicato prosiguió explicando que “en sus actividades cotidianas en el aula, los docentes de preescolar saben perfectamente cómo identificar a los niños que necesitan una atención especial. Es su trabajo. No necesitan un plan inapropiado y pernicioso.”

SE-UNSA ha elaborado una petición que está disponible en internet.

“La preescolar no es una escuela de competición ni de selección”, observó el sindicato del sector primario SNUIPP-FSU, que ha solicitado a los docentes boicotear “este plan para estigmatizar a los alumnos.”

El Secretario General de SNUIPP-FSU, Sébastien Sihr, ha denunciado que el Gobierno no contó con la participación de los sindicatos de docentes antes de anunciar el controvertido plan.

Dijo: “Este plan mezcla cuestiones diversas y desligadas: algunas cuestiones abordan aspectos médicos, para los cuales los médicos de las escuelas suelen ser competentes; otras son cuestiones pedagógicas, o de comportamiento. Rechazamos firmemente esta desconcierto de trastornos del comportamiento y lo que podría denominarse diferencias de madurez.”

Sihr denunció el proyecto porque añade una nueva capa de burocracia para los docentes al precio de un tiempo de aprendizaje precioso para los alumnos: “Los docentes no tienen necesidad de una formalidad engorrosa e inútil para saber cómo conocer a fondo a sus estudiantes, identificar sus dificultades o ayudarles cuando lo necesiten."