Los conflictos armados están destrozando las aspiraciones de generaciones de niños, jóvenes y adultos a una escala nunca antes documentada, según la edición para 2011 del Informe mundial de seguimiento (IMS) de la Educación para todos (EPT)
El informe “La crisis oculta: los conflictos armados y la educación” revela que los conflictos armados son uno de los obstáculos principales que impiden la consecución de los objetivos globales de EPT y que su incidencia en la educación supone una “crisis oculta” que favorece la pobreza, limita el crecimiento económico y desestabiliza el desarrollo de los países implicados.
Si bien es cierto que se han realizado avances hasta la fecha (se han matriculado en las escuelas primarias 52 millones más de niños entre 1999 y 2008) el IMS también señala que quedan otros 67 millones que no asisten a la escuela y que hay 796 millones de adultos (dos tercios de los cuales son mujeres) a los que se les sigue negando el acceso a destrezas básicas de lectura y escritura.
Además de estas cifras tan alarmantes, a la IE también le preocupa la falta de 1,9 millones de profesores que se requieren para conseguir una educación primaria universal para 2015, y el impacto potencialmente negativo que pudiera tener la tendencia emergente entre los gobiernos de muchos países de contratar maestros poco o nada cualificados para desempeñar esta tarea.
El IMS muestra que el 42% de los niños sin escolarizar vive en en países afectados por conflictos armados. El alcance y amplitud de los ataques violentos sistemáticos a las escuelas, alumnos y profesores, incluida la violencia sexual contra niñas y mujeres, la captación de niños soldados... son problemas que no menguan en muchas partes del mundo.
Todo ello tiene como consecuencia un creciente temor entre los niños a asistir a la escuela, la reticencia de muchos padres a enviar a sus niños al colegio y el eterno temor de los profesores a las repercusiones que pudieran sufrir por dar a sus clases.
El IMS presenta también una imagen muy cruda del estado de la educación en los campos de refugiados. Este sigue siendo el área más desatendida de un sistema de ayuda humanitaria insuficientemente financiado e insensible, y muchos países niegan a los refugiados el acceso a la educación pública y a otros servicios básicos.
Por el contrario, el gasto militar está desviando recursos que muchos de los países donantes envían como ayuda. El IMS señala que 21 países en vía de desarrollo gastan actualmente más dinero en armas que en las escuelas de educación primaria. Si recortaran su gasto militar en un 10% podrían crear 9,5 millones más de plazas escolares. El IMS también señala que si los países ricos tan sólo dedicaran el gasto militar total de seis días se podría cerrar la brecha anual de 16.000 millones USD de financiación externa que se requiere para cumplir el objetivo de EPT.
La selección de civiles por las partes oficiales y no oficiales implicadas en los conflictos armados, el uso indebido de las instalaciones escolares para promover la intolerancia y los prejuicios o para propagar una violencia endémica son claras violaciones del derecho internacional y del espíritu de la educación.
La IE insiste en que todas las escuelas, alumnos, profesores y personal de apoyo deben quedar protegidos ante todo tipo de conflicto y ataque violentos, y apoya la recomendación del IMS de que se documenten todos los ataques que se realicen sobre niños y profesores y se persiga a los responsables de estos crímenes tan viles.
La IE también apoya la idea de que la educación puede actuar como una fuerza poderosa para la resolución de problemas y sostiene que las escuelas deben fomentar la paz, la cicatrización de heridas nacionales y la tolerancia. Comentando sobre el IMS para 2011, el Secretario General de la IE, Fred van Leeuwen, comentó: “Las escuelas deben ser santuarios o puertos seguros que garanticen la paz y seguridad de todos los niños y niñas, de los maestros y el personal de apoyo, y del resto de la comunidad”.
“La IE anima a todas sus organizaciones miembro a que presionen a sus gobiernos nacionales, a la ONU y a la comunidad internacional para que se aseguren de que se proteja a las escuelas, a los alumnos y profesores de todo tipo de conflictos y ataques violentos.”
La IE se ha unido a UNESCO, UNICEF, Save the Children y a otros miembros de la Coalición global para la protección de la educación de los ataques, para incrementar la concienciación sobre las amenazas a la educación, para promover el apoyo público en favor de una educación segura y para fortalecer los sistemas de control y supervisión ya existentes.