Los sindicatos se unieron a los 10.000 defensores de la igualdad que el pasado fin de semana, y procedentes de toda Europa, acudieron al EuroPride (Orgullo Gay Europeo) organizado en Varsovia (Polonia).
Fue la primera convocatoria de este tipo realizada en un ex-país comunista y la mayor celebración europea de los derechos de las personas LGBT.
La marcha del orgullo gay culminó un programa de dos semanas de proyecciones de películas, debates, exposiciones y actos sociales. El 15 de julio, el sindicato polaco OPZZ y la Confederación Europea de Sindicatos fueron los anfitriones de una conferencia sobre Ampliación de la igualdad a Europa central y oriental, a la que asistieron más de 100 sindicalistas provenientes de 20 países, incluidos miembros de la IE.
La IE y sus afiliadas llevan años apoyando a los sindicatos polacos de enseñanza; el histórico desfile del orgullo gay de Varsovia fue la culminación de intensos esfuerzos para promover la igualdad.
El sábado, las autoridades, temiendo la intervención de adversarios de la igualdad LGBT, desplegaron a unos 2.000 policías adicionales para proteger la marcha. Salvo algún que otro incidente y un inicio de desfile empañado por escenas de violencia, que se saldaron con la detención de ocho personas por tratar de perturbar la marcha —algunos intolerantes lanzaron huevos y un contramanifestante atacó a un policía—, el desfile transcurrió sin mayores sobresaltos, en un ambiente sereno y festivo.
Polonia ha recorrido un largo camino desde 2005, cuando el entonces alcalde de Varsovia, el fallecido Lech Kaczynski, prohibió dos años seguidos la marcha del orgullo gay, recibiendo la desaprobación del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En 2007, ya estando en el poder Lech Kaczynski, su ministro de Educación, miembro de la coalición, propuso una ley contra la “propaganda homosexual” en las escuelas, que podría haber llevado al despido de docentes gays y lesbianas.
La marcha del fin de semana por la igualdad marcó el comienzo de un largo viaje. Un estudio reciente de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA) apunta que en Chipre, Letonia y Polonia es donde menos derechos legales tienen las personas LGBT en toda la UE. En los países al Este de la UE, entre ellos Bielorrusia y Moldavia, el resultado es todavía peor.
La IE y sus afiliadas, en particular el sindicato polaco ZNP, están trabajando juntos en definir las condiciones idóneas para luchar contra la homofobia, combatir los estereotipos en las aulas y cambiar actitudes en los sindicatos y el sector educativo.