Edificios casi en ruinas con las paredes agrietadas, baños mugrientos con las cañerías rotas y las aulas desprovistas de casi todo, excepto lo más básico. Estas son las chocantes condiciones descritas por el docente del sindicato SNEC de Mali, SNEC, que realizó una inspección de la escuela pública primaria y secundaria en el área urbana de Bamako, como parte del Programa EPT-SIDA.
El motivo que llevó al SNEC a la realización de este estudio es su convicción de que la Educación para Todos no es solamente garantizar el acceso universal a la educación, sino también ofrecer una educación de calidad, lo que incluye contar con una infraestructura escolar adecuada.
En su informe, el SNEC considera que son numerosos los obstáculos que impiden mejorar la infraestructura escolar en la capital, como la limitación de los recursos, la escasa cooperación entre los principales interesados y la utilización insuficiente de los recursos por parte de las propias escuelas.
El SNEC presenta una serie de recomendaciones sustanciales, entre las que figura la necesidad de hacer una mayor inversión durante la próxima década para preparar al actual sistema educativo a dar cabida al millón de niños y niñas que siguen sin estar escolarizados en Malí, además de reducir la proporción de alumnos por docente, la cual a menudo supera el 1 por 90. El SNEC concluye aseverando que una educación de calidad para todos sólo podrá lograrse si se abordan de forma simultánea los problemas de los docentes, la infraestructura y los materiales didácticos.
Con las conclusiones del informe, además de un documental emitido en la televisión nacional, el SNEC ha preparado varias actividades para ejercer presión sobre las autoridades educativas con el fin de mejorar la infraestructura de los centros escolares en la zona de Bamako.