En un espeluznante esfuerzo por reescribir la historia y adoctrinar, las fuerzas rusas están cargando contra el profesorado y el sistema educativo en los territorios ocupados de Ucrania. Según Serhiy Shkarlet, ministro de Educación y Ciencia de Ucrania, el ejército ruso está quemando libros y amenazando, arrestando y torturando a docentes de la región de Jersón por enseñar los contenidos del plan de estudios ucraniano.
La comunidad educativa de todo el mundo condena estos ataques contra el personal docente y la educación y demanda a Rusia el fin inmediato de esta guerra de agresión a una nación soberana para que Ucrania pueda volver a vivir en paz.
"Como ya hicieron otros autócratas, el presidente Putin está atacando al profesorado por su función esencial en la preservación y transmisión de la memoria, la historia y la identidad de una nación. Pero no es fácil disuadir a quienes se dedican a la enseñanza. Nuestros y nuestras colegas han hecho gala de una notable y admirable resistencia en defensa de su alumnado y su país. Nos impresiona su valentía y estamos a su lado en cada paso del camino hacia la libertad", ha declarado David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación.
El esfuerzo por borrar la historia y la identidad ucraniana
La ofensiva de las fuerzas rusas contra el profesorado y el sistema educativo refleja su estrategia de desvirtuar la historia y la identidad ucranianas como antesala a la escenificación de un referéndum de anexión a la Federación Rusa, que tendrá lugar el 11 de septiembre en las zonas ocupadas de las regiones meridionales de Zaporiyia y Jersón.
Pero los planes para implantar un nuevo plan de estudios y usar libros distintos en el curso escolar que empieza en septiembre se enfrentan a la resistencia de la comunidad docente ucraniana. Los nuevos materiales reescriben la historia siguiendo la agenda política del Kremlin.
Sobre el personal educativo pesa la amenaza de un traslado a Crimea para pasar por un proceso de "reeducación". El periódico londinense The Times ha informado de que los medios rusos están pidiendo liquidar o "enviar al gulag" al profesorado que se oponga al nuevo plan de estudios. La población de Jersón denuncia arrestos, amenazas y torturas a docentes. Además, el ejército ruso ha tomado varias escuelas de Jersón para usarlas como barracones y las ha rodeado de cables trampa y explosivos.
La resistencia del profesorado ucraniano
Según el ministro de Educación y Ciencia de Ucrania, la inmensa mayoría de las y los docentes de los territorios ocupados se ha negado a colaborar con las fuerzas de ocupación. De hecho, están trabajando para seguir impartiendo el plan de estudios ucraniano a través de YouTube o de los canales de la televisión nacional. Muchos profesores y profesoras mantienen el contacto con las familias para facilitarles materiales pedagógicos y apoyar el aprendizaje desde casa en secreto.
En algunos casos, el personal educativo de los territorios controlados por Rusia se ha expuesto a riesgos increíbles, llegando a cruzar la línea del frente para volver con información y con los salarios de sus colegas.
El ministro de Educación y Ciencia no escatima elogios a la comunidad educativa ucraniana: "Estoy orgulloso de mis docentes; sin duda son héroes y heroínas de guerra. No solo enseñan, también salvan, protegen y defienden a nuestros niños y niñas. A menudo son las primeras personas en dar apoyo psicológico".