La Internacional de la Educación apoya firmemente a los educadores y las educadoras del Kurdistán iraquí, que luchan por cobrar sus salarios, y condena la brutal ofensiva contra sus manifestaciones pacíficas por parte de las fuerzas de seguridad.
Los días 16 y 17 de mayo, los docentes y el personal de apoyo educativo se manifestaron en la mayoría de las ciudades del Kurdistán por los retrasos en el pago de sus salarios en los últimos cinco meses. “El mes de junio se está acercando y los educadores solo han recibido el salario de tres meses en lo que va de año”, dijo Abdulwahed Muhamad, presidente del Sindicato de Docentes del Kurdistán (KTU).
La violenta represión de la manifestación de los docentes
En la gobernación de Dohuk, más de mil docentes y trabajadores de la educación participaron en una manifestación pacífica para expresar su descontento por los retrasos en el pago de los salarios. Esta manifestación fue objeto de una reacción brutal por parte de las fuerzas de seguridad y la violenta ofensiva dio lugar a la detención de cien docentes, muchos de los cuales resultaron heridos. Las fuerzas policiales también detuvieron a corresponsales de periódicos y televisión.
“Hemos seguido el asunto de cerca y hemos pedido a las autoridades públicas su liberación, ya que no cometieron ningún delito. Expresaron su opinión y se manifestaron pacíficamente”, añadió Muhamad.
Como resultado de la presión ejercida por el KTU y los activistas locales, la mayoría de los manifestantes detenidos han sido liberados. Sin embargo, diez de ellos permanecen en la cárcel para ser interrogados, pero el líder del KTU destacó que su sindicato sigue esforzándose en favor de su liberación.
En Dohuk continúa la organización de concentraciones de apoyo a los manifestantes encarcelados, en las que se pide su liberación inmediata sin cargos.
IE: Carta de protesta
El 11 de mayo, David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación (IE), envió una carta de protesta al gobierno regional del Kurdistán. En ella expresaba su “profunda preocupación por el impago de los salarios de los docentes durante más de dos meses en la región del Kurdistán iraquí”.
Edwards dijo que la IE había sido informada por el KTU de que el pago de los salarios de los trabajadores de la educación se había retrasado tras el cierre de todas las escuelas el 26 de febrero en el contexto del brote de la COVID-19.
Dificultades financieras
“Aunque acogemos con satisfacción el cierre de las escuelas como clara prioridad para proteger la salud y garantizar la seguridad de todos los estudiantes, el personal de la educación y las comunidades, también somos conscientes de que las medidas de cuarentena han generado dificultades financieras para muchas familias, entre ellas las de los docentes”, dijo Edwards. “En estas circunstancias, es inaceptable que se deje a los docentes y a sus familias sin una fuente de ingresos. Y lo es aún más porque, desde el comienzo del brote de la COVID-19, los docentes y la organización que los representa, el KTU, han trabajado incansablemente para garantizar la seguridad de las comunidades escolares, proporcionar una educación continua para todos los estudiantes, así como para las comunidades desplazadas, y garantizar que la brecha digital no impida el aprendizaje del alumnado”.
Edwards también destacó cómo el KTU sigue trabajando con el gobierno para desarrollar soluciones adecuadas.
Es necesario actuar
“Un sistema educativo público sólido y unos docentes que reciban apoyo y estén motivados serán esenciales para que el sector de la educación pueda superar de manera sostenible los efectos adversos de esta crisis sanitaria mundial”, subrayó. Edwards sostuvo también que “mantener los salarios y las condiciones de trabajo de los docentes y del personal de apoyo educativo, por lo tanto, es crucial ahora más que nunca”.
La IE también pidió al gobierno del Kurdistán iraquí que pague inmediatamente los salarios atrasados de todos los trabajadores de la educación, que mantenga un diálogo constructivo con el KTU para desarrollar las respuestas adecuadas al brote de la COVID-19 y que respete las normas laborales internacionales bajo cualquier circunstancia.