La carta de suicidio de una directora de educación infantil de Saint-Denis culpa a sus condiciones laborales y al estado de la profesión docente por su agotamiento mental y físico. Esta trágica muerte ha desencadenado una campaña de concienciación a nivel nacional.
Christine Renon tenía 58 años y era la directora del centro de educación infantil Méhul en Saint-Denis, un barrio a las afueras de París. Se suicidó el 21 de septiembre en el centro donde trabajaba. Antes de su fallecimiento, escribió a todos los directores de la zona y a su sindicato (SNUIpp, afiliado a la Internacional de la Educación), con el fin de explicarles su decisión. La enmarcó en el contexto de la permanentemente creciente carga de trabajo y la presión y la "soledad" a la que se han visto sometidos los directores de centros escolares.
Los sindicatos exigen que se revisen las condiciones laborales
Los sindicatos de docentes franceses UNSA-Education, SNES-FSU, CGT Education, SGEN CFDT y SNUIpp han reaccionado de manera unánime condenando la situación que ha contribuido a este trágico resultado. Así pues, en varias declaraciones públicas han expresado su apoyo a educadores, maestros y directores de escuela, que carecen de las herramientas, el apoyo y la formación necesarios para hacer frente a una carga de trabajo cada vez mayor y a una legislación educativa que cambia constantemente.
Para que la muerte de su compañera "no sea en vano", su sindicato ha declarado que enviará un llamamiento de ‘alerta social’ a las autoridades educativas, lo que constituye un primer paso hacia lo que podría convertirse en un llamamiento a la huelga. El sindicato exige que el ministro y el rector propongan medidas concretas que garanticen "la salud y la integridad moral y física del personal educativo".