El 8° Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Bangkok, Tailandia, del 21 al 26 de julio de 2019:
(1) Observando que el desarrollo de aplicaciones informáticas de inteligencia artificial (IA) y de ordenadores súper rápidos, junto con la robótica sofisticada y altamente competente, cambiarán el trabajo de la mayoría de los trabajadores, entre ellos los docentes y los profesionales de la educación.
(2) Reconociendo que en los próximos 15 años, el uso de las tecnologías de IA para asistir a los docentes en el aula y en el hogar se expandirá de manera significativa, al igual que el aprendizaje basado en cursos en línea adaptables y en aplicaciones de realidad virtual.
(3) Afirmando que la implantación de tecnología sofisticada en el entorno de aprendizaje y el lugar de trabajo se llevará a cabo independientemente de las medidas que adopten o no adopten los sindicatos de la educación de todo el mundo. Sin embargo, la forma en que se lleve a cabo esa implantación y las repercusiones que tendrá sobre los docentes puede y debería verse influida por los sindicatos de la educación.
(4) Manifestando que la IA en el mercado de la educación está dominada por un pequeño número de corporaciones, a saber, Google, Microsoft, IBM, Pearson y Amazon.
(5) Indicando que existe una diferencia entre la robótica simple que ha estado en el entorno laboral durante décadas y la aparición de la sofisticada IA. En el pasado, la robótica sustituía frecuentemente el trabajo manual repetitivo. La IA actual intenta sustituir parcialmente el pensamiento humano.
(6) Afirmando que la nueva tecnología nunca puede sustituir la relación entre un docente y un estudiante o entre un docente y una clase. La tecnología debería complementar la docencia pero no debería sustituirla. Estas tecnologías, que incluyen la IA, no deberían, en ningún caso, poner en peligro la independencia profesional de los docentes.
(7) Afirmando la importancia de las habilidades y las capacidades exclusivamente humanas frente a la automatización y la robotización. El papel de la educación debería consistir, cada vez más, en ayudar a los estudiantes a desarrollar aptitudes no técnicas y no cognitivas, como la creatividad, la comunicación, la curiosidad, las habilidades cívicas y la inteligencia emocional. La educación en un mundo globalizado y digital debe fomentar los valores de cooperación, la conciencia intercultural, la democracia y un sentido de responsabilidad.
(8) Afirmando que la entrada de las nuevas tecnologías de IA en el entorno de aprendizaje ha amplificado la “brecha digital” y ha aumentado la inequidad. Muchas escuelas carecen de recursos para implantar las nuevas tecnologías, ya que requieren una inversión considerable en tecnología de la información (TI), así como un acceso seguro a Internet.
(9) Recordando que la mayoría de los investigadores así como los estudios recientes sobre el futuro del trabajo de la OCDE, estima que la tecnología actual, impulsada por la IA, modificará radicalmente el mercado laboral en los próximos 10-12 años. Las predicciones varían mucho, pero algunos investigadores estiman que para 2030 se podrían automatizar de 400 a 800 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
(10) Observando que muchos predicen que la gran pérdida de puestos de trabajo será mitigada por la necesidad de trabajadores en empleos aún por determinar. Sin embargo, estos nuevos empleos requerirán que los trabajadores obtengan nuevas habilidades. Cómo desarrollarán los trabajadores estas nuevas habilidades y quién pagará por toda esta“mejora de las capacidades” son dos de las preguntas más importantes.
(11) Afirmando que la educación se convertirá en un anhelo de por vida para la mayoría de los trabajadores. Para tener la flexibilidad que requiere la nueva tecnología, los trabajadores deberán proseguir su educación formal a lo largo de sus vidas. Esta necesidad de mejora de las capacidades a lo largo de la vida es una de las razones por las que, durante el cambio, el campo de la educación experimentará menos pérdidas de puestos de trabajo que otros sectores.
(12) Considerando que el futuro del trabajo de los sindicatos será, al menos en parte, supervisar y respaldar la constante mejora de las capacidades que el nuevo entorno laboral requerirá a sus miembros a lo largo de su vida. Es crucial que los sindicatos defiendan a sus miembros y se aseguren de que se les brinda un desarrollo profesional continuo en IA bueno y gratuito con el fin de que el personal de la educación pueda adquirir las habilidades que necesita para seguir siendo competitivo en un mundo en rápida transformación.
(13) Indicando que todos los sindicatos deben adelantarse al proceso de digitalización. Los sindicatos están en una posición única para abordar los desafíos planteados por la IA en el entorno de aprendizaje y el lugar de trabajo, y estos desafíos aumentan cada día. Cada sindicato debería dedicar tiempo y recursos a comprender los desafíos potenciales que la IA aporta al trabajo de sus miembros. Cuando los sindicatos comprendan el impacto de la IA, podrán ayudar eficazmente a sus miembros a adaptarse a su nuevo entorno laboral.
(14) Insta al Consejo Ejecutivo de la IE a:
(i) Evaluar la relevancia de incluir en el programa de trabajo de la IE un componente destinado a analizar y documentar el desarrollo de las tecnologías en los diferentes entornos en los que los sindicatos afiliados a la IE están activos.
(ii) Animar a las organizaciones miembros a comprometerse con la comunidad a la que sirven y desarrollen un “pacto social” sobre el uso apropiado de la IA y el futuro del mundo laboral. Los ciudadanos deben adquirir conocimientos sobre los riesgos inherentes en caso de que una gran cantidad de trabajadores sean sustituidos por máquinas de aprendizaje. Deben comprender que, aunque sus propios puestos de trabajo no se vean directamente afectados por la inteligencia artificial o aunque no formen parte de la fuerza laboral, sin un pacto social efectivo, también sufrirán las consecuencias negativas de esta revolución.
(iii) Estudiar la necesidad de establecer una comisión de representantes de los sindicatos, los empleadores, el gobierno y la OCDE que estudie al alcance y el uso de la inteligencia artificial y la robótica en el lugar de trabajo, así como el futuro del mundo laboral en nuestro país, y formule recomendaciones al respecto. Se deberían convocar comisiones similares en todos los estados del país.
(iv) Desarrollar guías que enmarquen el lenguaje de la negociación colectiva y las políticas públicas referentes a la posible implantación de la inteligencia artificial y la robótica en el lugar de trabajo y en la función pública. Estas guías ayudarían a los trabajadores locales a desarrollar acuerdos y políticas con gran rapidez sin tener que volver a hacer el análisis que se realizó a nivel nacional.
(v) Desarrollar conjuntamente estrategias (políticas, legislativas y de comunicación) para garantizar que la posible introducción de la inteligencia artificial y la robótica en el lugar de trabajo vele por la protección de los trabajadores, esté bien regulada, proteja la privacidad y genere numerosas oportunidades “sin coste alguno” para que los trabajadores adquieran las habilidades que les permitan disfrutar de un empleo remunerado y seguro.
(vi) Desarrollar estrategias internas que incluyan políticas del sector laboral relacionadas con la IA y programas para ayudar a los trabajadores subempleados a obtener las nuevas habilidades que necesitan y un trabajo seguro y a tiempo completo. Los sindicatos deben reorganizarse a sí mismos para convertirse en unos socios esenciales y de por vida para los trabajadores en su viaje por este nuevo y continuamente cambiante mundo laboral.
(vii) Afirmar la importancia de las habilidades y las capacidades exclusivamente humanas frente a la automatización y la robotización y promover el papel que desempeñan los docentes con respecto al desarrollo de las aptitudes no técnicas y no cognitivas, además de las aptitudes cognitivas”. Volver a enumerar en consecuencia
(viii) Seguir colaborando con la comunidad sindical mundial y trabajar juntos para encontrar las maneras más exitosas de lidiar con esta nueva realidad. Este no es un momento para retroceder; es el momento de buscar nueva información, nuevos entendimientos y de llegar a un consenso sobre cómo los sindicatos del mundo pueden influir con éxito en el mundo laboral durante las próximas décadas.