La primera movilización nacional desde el comienzo de la presidencia de Jair Bolsonaro ha detenido el país y ha lanzado un claro mensaje de oposición a las políticas gubernamentales.
Alrededor de 2 millones de personas han participado en las protestas durante la huelga nacional de la educación, convocada por la CNTE, afiliada a la Internacional de la Educación, el pasado 15 de mayo. Los manifestantes protestaban contra los recortes anunciados de fondos para la educación, que en caso de la educación superior alcanzarán hasta el 30%. La protesta, de gran envergadura, ha sido la primera en tener lugar en todas las capitales y en cientos de municipios contra la política del gobierno de Jair Bolsonaro.
Para el presidente de la CNTE, Heleno Araújo, el día de protesta muestra la fuerza de quien defiende la educación pública, laica, de calidad para todos los brasileños. Araújo añadió que se trata sólo del comienzo de una ola de protestas. "Hasta finales de mayo organizaremos actividades contra las reformas, y las movilizaciones van a continuar hasta la huelga general de los trabajadores programada para el día 14 de junio ", subrayó Araújo.
El hashtag #TsunamiDaEducación se convirtió en trending topic en Brasil a lo largo del día. Reflejó la envergadura de la movilización, que se extendió a escuelas, institutos federales, universidades, plazas, calles y avenidas de las capitales de todos los estados brasileños y del Distrito Federal, además de cientos de ciudades del interior del país.