El Tribunal Supremo de Kenia en Nairobi ha desestimado una demanda interpuesta por Bridge Academies contra el sindicato de docentes KNUT y su presidente, Wilson Sossion, para defender la educación de calidad.
Bridge Academies, un proveedor de servicios privados de educación con ánimo de lucro, ha perdido un proceso judicial contra KNUT, una afiliada de la Internacional de la Educación (IE) en el país, y su presidente, Wilson Sossion. Bridge sostenía que KNUT había incurrido en prácticas difamatorias en su contra y que Sossion trabajaba en representación de los intereses de la IE. El presidente del Tribunal Supremo, el juez Richard Mwongo, ha estimado que estas afirmaciones son injustificadas.
En su sentencia, Mwongo declara que las publicaciones y los comentarios críticos hechos por KNUT acerca de Bridge no son difamatorios porque están respaldados por hechos y están relacionados con el derecho a la educación, el cual está consagrado en la Constitución de 2010 de Kenia y la Ley de educación básica de 2013. Destaca que la educación es una cuestión de importancia nacional y que la publicación de artículos e información sobre las escuelas de Bridge “atrae naturalmente la atención del público y despierta su interés y preocupación”. Sobre la base de estos argumentos, KNUT no cometió ningún delito al investigar y publicar información sobre las operaciones de la cadena, sino que más bien actuó en defensa de uno de los intereses primordiales del país.
La legislación también estipula que la licencia, el registro y la acreditación de las instituciones educativas son obligatorios en Kenia. Dado que Bridge no ha sido capaz de demostrar que su licencia se encuentra en proceso de validación, el tribunal ha desestimado la causa y le ha ordenado el pago de las costas del proceso.
Wilson Sossion, presidente del KNUT, dijo que su sindicato “se alegraba mucho de la sentencia, particularmente del contenido. La decisión pone de relieve el papel fundamental de nuestra Constitución y nuestra legislación en la regulación de la educación, que constituye un pilar de nuestra soberanía como nación. La sentencia pone de relieve el derecho de los/las kenianos/as a controlar lo que ocurre en todas las instituciones educativas, tanto privadas como públicas”.