Esta semana, el presidente de Estados Unidos anunció que él y su Gobierno reconocen que los actuales exámenes estandarizados no funcionan, lo que puede constituir el primer paso para que el aprendizaje de calidad vuelva a las aulas.
Se suele decir que reconocer que uno está equivocado constituye el primer paso en el camino hacia la recuperación. Esta semana, el Gobierno de Obama,en una carta abierta del propio presidente, se tragó acertadamente una amarga píldora y admitió que los exámenes estandarizados fuera de control no funcionan.
“He oído de los padres que se preocupan por esto que el exceso de exámenes impide que sus hijos aprendan algunas de las lecciones más importantes de la vida”, escribió el presidente. “He oído de los docentes que sienten tanta presión al enseñar para el examen que esto elimina la alegría de enseñar y aprender, tanto para ellos como para los alumnos. Quiero arreglar esto”.
El presidente Obama ha encargado al Ministerio de Educación que colabore con los diferentes Estados y distritos para abordar estas tres cuestiones clave. Afirma que pretende centrarse en la calidad de los exámenes y no en la cantidad; que los exámenes no sustraigan a los alumnos del aprendizaje; y que no sean el único método para medir el progreso del alumno.
En su declaración, la American Federation of Teachers (AFT) ha calificado el cambio de postura del presidente como un éxito para los estudiantes y los docentes de todo el país.
“El presidente y el Ministerio de Educación acaban de demostrar que la promoción basada en los datos funciona”, afirmó el presidente de la AFT, Randi Weingarten, en la declaración. “Tenemos que celebrar el progreso y la alegría de aprender, no sancionar a los alumnos basándonos en exámenes estandarizados”.
A raíz de la publicación de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP, por sus siglas en inglés), donde se revela que las calificaciones de los estudiantes en matemáticas y lectura habían empeorado, la Asociación Nacional de la Educación (NEA) sostiene que esto demuestra claramente que los exámenes estandarizados están fallando a los estudiantes.
La presidenta de la NEA, Lily Eskelsen García, reaccionó tanto a los resultados de la NAEP como a la decisión del Gobierno de Obama de replantearse los exámenes.
“La reciente publicación de los resultados de la NAEP demuestra, una vez más, lo que los educadores han dicho desde el principio”, afirmó. “La eficacia de un sistema no puede ser juzgada por los resultados de un solo examen”.
Eskelsen García declaró que espera que el anuncio de la Administración Obama aborde seriamente los problemas de los exámenes estandarizados.