En una carta dirigida ayer a docentes de Secundaria de Madrid, la presidenta de esta comunidad, Esperanza Aguirre, apela a la crisis y al sentido del deber para que trabajen dos horas más a partir del inicio del nuevo curso.
El anuncio va unido al drástico recorte de plantilla efectuado por la Consejería de Educación en la capital española, donde se han suprimido 3.000 puestos docentes, lo que supone una reducción media del profesorado del 10% en cada uno de los centros de educación secundaria de la Comunidad de Madrid.
Otras Comunidades Autónomas también han sufrido recortes. En Valencia, el ajuste supera los 50 millones de euros sólo en personal y dejará entre 1.220 y 1.500 docentes sin plaza. Además, habrá 400 profesores de apoyo menos que trabajen con alumnos/as con problemas de aprendizaje y los institutos públicos pasarán de tener 304 a sólo 79 especialistas este curso.
Los sindicatos de la enseñanza pública españoles y afiliados de la IE: FECCOO, FETE-UGT y STEs, han reaccionado de forma unánime contra estas medidas, al considerarlas un peligro para el futuro de la educación pública de calidad. En un comunicado conjunto denunciaron "la pérdida de más de 3.000 puestos de trabajo, el empeoramiento de las condiciones en que el profesorado realiza su labor docente y, sobre todo, el deterioro del servicio público educativo". Para los sindicatos, el aumento de las horas lectivas se llevará a cabo en detrimento de las tutorías, la atención a la diversidad o la preparación de las clases, elementos claves para la calidad de la enseñanza.
El próximo 15 de septiembre los sindicatos celebrarán una reunión conjunta y no descartan convocar movilizaciones, o incluso recurrir a la huelga, en lo que se presenta como un polémico inicio de curso escolar.