Jan Eastman, secretaria general adjunta de la IE, animó a los/las 80 participantes en la sesión temática sobre educación inclusiva a diseñar prácticas sindicales que atendieran a la diversidad de realidades y experiencias de los niños y las niñas con el fin de garantizar la Educación para Todos (EPT).
Sylvia Borren, del Llamamiento Mundial contra la Pobreza, insistió en la necesidad de aumentar el esfuerzo en la promoción de la educación inclusiva. Notó el liderazgo que estaba ejerciendo la IE, a través de la política educativa integral, e instó a los/las delegados/as a no permitir que la educación inclusiva se quedara en “sueño”, sino a hacer todo lo posible para que fuera el “mayor objetivo de la IE en la teoría y en la praxis”.
La brecha de género, los estereotipos y otras barreras en la educación fueron el tema de la intervención de Huda Khoury, coordinadora de la IE para los países de habla árabe; la EPT, explicó, es un desafío de gran magnitud, en particular para las niñas y las mujeres. Animó a los/las participantes, como sindicatos, a “invertir en la educación de las mujeres y apoyar así el desarrollo social y económico de los países”.
Fatima da Silva, de la CNTE (Brasil), se refirió a la creciente importancia de la enseñanza en un entorno multicultural: “La educación inclusiva tiene un potencial real de materialización, eso sí. Ahora bien, para ello es imprescindible la formación de los profesionales docentes en universidades públicas y el acceso a la formación continua”.
Christine Blower, de NUT (Reino Unido), destacó el papel de los sindicatos en la valoración de la diversidad y el respeto: “Como sindicalistas, tenemos la obligación de proporcionar formación en sensibilización contra el racismo, tener visibilidad en las manifestaciones del orgullo negro y el orgullo LGBT, y relacionar estas tareas con la lucha contra la privatización que se está llevando a cabo desde los sindicatos; y es que los planes de estudios, al desvincularse del ámbito público, van perdiendo amplitud, alejándose de su capacidad inclusiva y de su vocación de promover las habilidades de resolución de problemas y cooperación”.
Carmen Vieites, de FETE-UGT (España), ofreció información de experiencias de sindicatos de la educación y aulas interculturales, antes de pasar a detallar el programa de Aula Intercultural del propio sindicato. El programa incluye una oferta de 4.000 recursos de educación inclusiva y pone la tecnología al servicio de la enseñanza de la tolerancia y el respeto. “Defendemos la interculturalidad como modelo de integración y de promoción del diálogo, la justicia social, la igualdad de derechos y la riqueza de culturas”, dijo Vieites.
Sobre esas bases, los/las participantes debatieron la forma de ponderar el éxito y el fracaso de las políticas de diversidad educativa para analizar el bajo rendimiento escolar y las desigualdades entre grupos. Los/las presentes también coincidieron en que el intercambio de experiencias de educación inclusiva propiciaba la calidad de la educación y la secularidad, la seguridad y la gratuidad universal de la enseñanza pública.